jueves, 1 de septiembre de 2011

1. "I Saw Her Standing There" - The Beatles

Del álbum Please Please Me (1963)

Los Beatles iban a aparecer invariablemente en esta lista. Antes o después, pero era un hecho que lo harían, así que decidí que lo mejor era comenzar con ellos y dejarse de tensiones innecesarias que no llevan a ningún lado. Además fueron mi primer amor musical. Relegarlos a un sitio cualquiera sería una falta de respeto, tan solo me quedaba hacer esto o dejarlos para el final. Y no lo iba a hacer, porque sí, tiene un valor simbólico platicarles de como inició mi trayectoria como fan con la que además es la primera canción del primer álbum de estudio de la banda.

El primer paso, en cualquier aspecto de la vida tiene una importancia fundamental. Hay un dicho que recoge esta idea, aquel que dice "árbol que crece torcido, jamás su tronco endereza". Dejando de lado algunas reivindicaciones heroicas que se ven a diario , la generalidad me ha mostrado la certeza de esas palabras. Una formación deficiente casi siempre conduce a un resultado ídem.

Y ahora pienso que por eso le debo tanto a los fab. A veces me pongo a pensar cómo pudo ser mi existencia de no haberme topado con ellos a una edad temprana. Hubo un periodo en el que anduve sin rumbo. Tenía yo unos ocho años y no tenía un grupo favorito. Eso es tristísimo, si te pones a pensarlo. Volteas a tu alrededor y ves que la mayoría de las personas tienen alguien a quien admirar, un ídolo, si quieres. Si no tú no lo tienes, entras en una especie de ansiedad. Amén de los coros pegajosos o de las letras, volverte seguidor de un conjunto te da identidad. Así como hay hombre o mujeres desesperados por conseguir una pareja (los puedes oler, incluso); es común ver a niños urgidos de encontrar un rumbo auditivo.

La mayoría de las veces esto trae consecuencias irreversibles. Es como elegir un equipo de futbol. Una vez que lo tienes, no te puedes librar de él sin importar que pierda 46 partidos consecutivos y que descienda a segunda división. Ya estás con ellos, este mundo funciona gracias a un grado requerido de fidelidad, de honor. La primera banda con la que decides entusiasmarte es vital.

Yo corrí el riesgo de de volverme uno de esos chiquillos que se hacen metaleros para diferenciarse de la sociedad. Recuerdo aquella vez cuando una niña me preguntó por mi música favorita. Le respondí que era el "rock pesado", aun cuando no conocía nada del género ni a sus representantes principales. Lo dije para aparentar algo que en el fondo no tenía nada que ver conmigo. Tengo la teoría de que muchos escuchan Metal por razones similares. Es una especie de declaración de principios: hey, yo no escucho lo mismo que mis tíos. Lo respeto, cada quien debe elegir su propio camino. Tampoco tengo nada contra los cantantes que escupen fuego y que visten como personajes de películas de terror. Pero agradezco mucho no haber caído en ello. The Beatles son inmensamente populares, cosa que no me molesta. Al contrario, me agrada tener algo en común con la mayoría de los mortales. Saber que cuando escucho "Misery" o "Penny Lane", de cierto modo estoy en sintonía con un japonés que hace lo mismo desde su propia trinchera.

Si sabes controlar la adicción (conozco ejemplos lamentables de individuos que SOLO escuchan a John, Paul, George, Ringo y sus derivados), The Beatles son una gran introducción a la música. Lo achaco a que no te casan a un estilo en particular, de hecho podría decirse que su sonido es "general" y que entra en la etiqueta infinita del "Rock/Pop". Encontrarlos en una edad adecuada te garantiza no convertirte en uno de esos seres aburridos que tienen un contrato de exclusividad con el jazz, la electrónica, la ópera o el progresivo. Con ellos amas la música, sin más. Aprendes que no hay que aferrarse. Que hay géneros muy bonitos pero que los otros, a su modo, también lo son. Que se puede disfrutar de polos opuestos como lo son "Yer Blues" e "In My Life". Que, vamos, la cerrazón es una pésima consejera.

Tampoco quiero perder de vista el hecho de que ciertos estándares son imperiosos. No puedes andar por la vida diciendo que te gusta "de todo" para demostrar cuán abierto y experimental eres. No, no se trata de eso. De lo que se trata es de intentarlo, de dar oportunidades, y ya, sobre ello, sacar conclusiones.

Mi conclusión al escuchar "I Saw Her Standing There" fue que había encontrado el camino rumbo a casa. Tenía referencias vagas sobre el cuarteto, en especial por mi padre que los escuchaba en la sala de la casa con la puerta cerrada. A mis oídos llegaba algo de aquellas melodías sin que me pudiera todavía enganchar.

Así fue hasta que una mañana, ante la ausencia de una oferta superior (la televisión puede ser horrible los domingos por la mañana), caí en el canal 34 (¿o era el 22?) donde pasaban una vieja película polaca titulada Yesterday. Creo que le dejé ahí por una escena "subida de tono" que llamó mi atención. Recuerdo fragmentos apenas; trataba de unos muchachos que vivían en medio de la represión escolar y familiar del país europeo a mediados de los sesenta. Cuando conocen a los Beatles, gracias a la débil señal que alcanza a captar la radio, cambian sus vidas. Las letras optimistas y las guitarras animadas los motivan. El entorno gris deja de afectarlos y empiezan a vestirse de otra forma y a cambiar de peinado. Cerca del final, el sueño se acaba, por alguna razón las autoridades escolares los reprenden. Recuerdo en particular una escena donde rapan al protagonista mientras a éste le sale una lágrima de las mejillas.

En el soundtrack venía una canción maravillosa que incluía la palabra seventeen, un cóver, tal vez. Al escucharla, algo se removió en mi estómago. Una sensación similar a la que he sentido cuando escucho por vez primera a grupos que a la postre se convierten en indispensables para mí. No ocurre a muy menudo, ha pasado ocho, tal vez nueve veces, siendo esa la inicial. Obviamente yo no sabía el nombre de la canción, así que esperé a los créditos finales donde sabía aparecerían los referentes a la música. Anoté todos los títulos que pude, uno de ellos era "I Saw Her Standing There". Bajé a la sala. Inspeccioné las cajas de discos que hallé. Por mis manos pasaron las portadas de Abbey Road, Rubber Soul, Revolver y... Please Please Me. En la parte trasera vi que tenía uno de los temas de la lista. Justo era la primera. Lo puse en el estéreo. Al escuchar el "One, two, three, four!" volví a tener la sensación extraña en el estómago. La puse 20 veces durante el día. El resto es historia.

Viéndolo ahora distingo rasgos que la hacen tan atractiva. De entrada está llena de energía. Puedes escuchar el principio y pensar que se tratan de los Ramones. Además desprende confianza. La letra trata de un chico prendando a una mujer a la que acaba de ver, información suficiente para que él sepa que será suya ("She wouldn't dance with another / When I saw her standin' there"). Era la determinación de cuatro jóvenes que deseaban llegar a la cumbre. Algo similar a lo que ocurre con Oasis y su "Rock 'N' Roll Star" del Definitely Maybe (1994). No es casualidad que los Gallagher los admiren tanto. El camino fue difícil para ambas agrupaciones, en especial para los Fab. Sin embargo hubo algo que los hizo continuar hasta el final, sin rendirse, fue esa confianza de la que hablo. Please Please Me fue grabado en un día, en 585 minutos para ser precisos. Capta la esencia de las presentaciones en vivo. El resultado es extraordinario. El último tema en grabarse fue "Twist and Shout", con un John Lennon disminuido. La voz ya estaba cansada y en el fondo sabía que solo podría realizar una o dos tomas más. Y las hizo poniendo todo su empeño logrando una de las interpretaciones vocales más significativas registradas en el rock.

Bob Dylan decía, refiriéndose a otra canción de este mismo álbum ("Do You Want to Know a Secret"), que The Beatles ofrecían como ningún otro grupo intimidad y compañía. Eso es, aparte de lo que he mencionado en este texto, lo que le debo a ellos, el brindarme los beneficios de una amistad, con la ventaja adicional que implica la confidencia. Tal vez de no ser por aquel día, ahora estaría escribiendo sobre Celine Dion. O puede que no. Son tan excepcionales que tarde o temprano hubiera tenido la necesidad de encontrarlos.

3 comentarios:

Juan Ramón V. Mora dijo...

Lo único que te puedo reprochar es tu necesidad por incluir a Oasis. Pero, carajo, excelente post.

As: Sister Morphine - The Rolling Stones.

Sheliwirini dijo...

Excelente manera de haber descubierto a tu primer banda favorita. Es sorprendente que te acuerdes de cosas que hacías a los ocho años, yo tengo vagos recuerdos. Mi memoria siempre ha sido bastante mala.

Buen día :)

Bigmaud dijo...

Compañero: Sé de su aversión a los Gallagher. Ansío que llegue la rectificación y que pueda verlo rendirse ante "Champagne Supernova".


Sheli: Recuerdo pequeños detalles, la mayoría chatarra. Mi memoria es mala, créeme.

Saludos.