sábado, 31 de julio de 2010

Torrente 1, 2 y 3

No tener televisión por cable (o satélite) te puede generar complejo de inferioridad cuando eres niño. En las escuelas todos habla de Cartoon Network, MTV y canales que la antena de conejo nomás no agarra por más que uno le mueva.

Yo tuve ese trauma. Por la mañana y tarde, como fuera, uno todavía podía encontrar uno que otro programa interesante en canal 5 o 7. Con suerte Dragon Ball o Los Simpson se atravesaban en tu camino. Dos horitas de televisión digna con las que podías defenderte en los debates infantiles que se daban en los recreos de la escuela.

Por la noche la cosa empeoraba, sobre todo para los que acostumbramos dormir hasta tarde. Ya por la una de la mañana a lo máximo que puedes aspirar es a un infomercial en la que salgan chicas ligeras de ropa o alguna que otra película de los canales culturales.

Una madrugada de suerte acabé topando con el primer largometraje del director español Santiago Segura. Se trataba de Torrente, el brazo tonto de la ley. No sé a qué empleado loco de Televisa se le ocurrió programar una cinta tan salida como esta cuando ellos se distinguen por ser tan conservadores, pero lo agradezco infinitamente. En ese entonces iba en secundaria, y aunque al otro día tenía clases no claudiqué hasta verla por completo. Terminó a las cuatro de la mañana.

Pasaron años para que la volviera a ver hasta que hace unos días por fin pude conseguir la trilogía completa. Nunca más la pasaron en la tele y el dvd es prácticamente inhallable en las tiendas promedio de la república.

Estaba algo escéptico. Cuando tienes trece años casi todo lo guarro te parece una obra maestra. Y no, la verdad es que mis gustos no se han modificado mucho desde entonces ya que volví a disfrutar la primera película de la trilogía como lo había hecho entonces e incluso encontré algunos detalles que se me habían escapado. La segunda parte (la cual ansiaba ver como al Halley) también la encontré divertidísima, y aunque a la tercera la veo por debajo de las otras dos, la trilogía por completa está repleta de risas y disfrute.Las tres llevan más o menos la misma estructura, lo cual se agradece cuando los resultados garantizan están bien trabajados.

El humor escatológico, racista, machista y sexual, no es para todos. Si eres de los que se toman en serio los chistes que involucran esos temas, te vas a ofender a cada rato. De lo contrario disfrutarás enormemente de uno de los grandes personajes del cine contemporáneo: José Luis Torrente, un nacionalista seguidor de El Fary y del Atleti que recuerda a lo mejor del Jefe Gorgory mezclado con Ignatius Reilly.

La cuarta parte está en preparación. Las ansias no se han ido por completo.

"Hay dos tipos de hombres: los que se lavan las manos antes de mear y los que se las lavan después. Yo me las lavo antes. ¿Por qué?, dirás. Porque mi polla es sagrada. Hay que reverenciarla. ¡Oooooh..! ¡Es el centro del universo mundial! ¡La manguerita de la alegría! Tú deberías hacer lo mismo".

viernes, 30 de julio de 2010

Una compañera de plástico

Hoy, como todos los días, desperté a las dos de la tarde abrazado a una botella de plástico.

Hace años tenía un peluche de Piolín con el que dormía todas las noches. Por la edad que tenía era algo que se veía completamente normal. Si lo hiciera ahora, sabrá dios qué comentarios se desatarían entorno a mí.

Necesito dormir abrazado a algo. No puedo tener las manos quietas mientras duermo. Tengo que aferrarme a algo, sujetarlo, para no amanecer con las manos entumidas detrás de la espalda. Por cuatro años lo sufrí, me apenaba pedirle a mis padres que compraran un osito de peluche para dormir con él. Tuve que resignarme a dormir mal (o peor, más bien); el pudor es algo muy fuerte sobre todo para el hombre que tiene cierta imagen de macho qué cuidar.

Encontré alivio al problema cuando, durante una comida familiar, empecé a servir Sprite en un vaso. Era un envase de tres litros. Al tomarla, noté que su forma cilíndrica era en extremo confortable y que su tamaño se aproximaba bastante al de los teddy bear que había visto en el supermercado.

Cuando todos acabaron sus alimentos, me ofrecí para ir a tirar la botella vacía. Sin que nadie se diera cuenta la llevé a mi cuarto . Se convirtió en mi nueva amiga en la cama.

En casa piensan que soy un cerdo por dormir con basura. Un cerdo, pero no un marica. Lo que ellos no saben es que lo hago para poder soñar.

martes, 27 de julio de 2010

Vale por un abrazo

Imprima este post y la próxima vez que me vea por la calle intercámbielo por un abrazo.







-Válido por lo que queda de 2010.
-Hacer el favor de bañarse antes de salir de casa.
-Si usted esta bonita, mucho mejor.
-Advierto que no sé abrazar. El año nuevo y navidá son una pesadilla.
-Este cupón no es válido si presenta restos de comida

jueves, 22 de julio de 2010

Las salas apestan femenino

Desde que tengo memoria he ido al cine solo. Un par de veces mis padres me llevaron a ver una de esas películas infantiles que aburren tanto a los adultos. Luego se hartaron. Ellos también gustan de la violencia y el sexo en pantalla aunque lo quieran disimular. Las historias de princesas con final feliz los ahuyentan de las salas cinematográficas. ¿Quieres saber cuánto te quieren mami y papi? Cuenta las veces que te llevaron a un cine. Si te llevan cada quince días, debes considerarte un total afortunado: te aman. Si te llevan una vez al año, bueno, son cariñosos aunque mantengan cierto respeto por sí mismos. Si te han llevado dos veces en su vida, probablemente te llames David Bragg, como yo.

Para ser justos no reprocho en nada esta situación. Considero que el cine es una experiencia personal. Para sumergirse de lleno en la historia uno debe estar acurrucado en la soledad. Es imposible tomarse en serio un diálogo cuando tienes a un par de mariconzuelos tragando nachos a tu lado. Las películas de terror parecen distantes cuando de reojo alcanzas a ver la nuca de una señora que estaría mejor lavando los platos en casa. Eso al menos alegraría al jefe de la familia. En cambio a nadie le sirve que nos reunamos en una sala a obscuras, excepto a los propietarios del recinto que nos sangran los bolsillos. Ellos mandan a sus hijos a Europa. En cambio, nosotros, quienes conformamos su fortuna, estamos viendo peliculitas que, con suerte, tendrá una escena en la torre Eiffel. Debemos ir asumiendo nuestro papel patético dentro de la esfera del mundo. Bueno, también salen beneficiados los directores de cine y esas figuras anónimas que aparecen en los créditos finales mientras nosotros regresamos a la calle. Las estrellas de Hollywood viven en mansiones; tienen vidas; no tienen que recurrir a la de alguien más. Están comiendo una ensalada macrobiótica mientras la enésima palomita arriba a nuestro estómago.

Prefiero apreciar en solitario. Las mejores películas de mi vida las he visto a las cuatro de la mañana en la pequeña pantalla de mi computadora. No hay nadie que moleste o influya en mis pensamientos. Estoy ahí solo, en calzones, sin poder dormir. Necesito ver la vida de otros para evitar recordar la mía. Distracción, eso es lo que necesito. Para eso recurro al “séptimo arte”. Qué risa. Quiero entrar en el ranking de artes. En el puesto veinticuatro. Justo atrás del excusado. Quizás ustedes no lo sepan, pero he cagado verdaderas obras de arte, sólo que soy egoísta y bajo la cadena.

La gente que necesita de compañía me da lástima. En el cine nadie habla, ¿para qué ir con un escuadrón entonces? Lo entendería en un museo, en un hotel. En el cine nadie hace nada. Sólo se trata de mirar a la pantalla mientras engordas. Las butacas con una miseria. Los que sí hacen algo son las parejitas de novios que asisten sólo para aprovechar la obscuridad. La última vez que fui, vi cómo unos quinceañeros se mataban a besos. No pude poner atención a la película. Sabía que trataba de unos japoneses en busca de un oráculo mágico o una ridiculez similar. Había entrado, como otras tantas veces, sólo para poder sentarme a lado de una chica guapa. Últimamente ese es la único razón para pagar los cincuenta pesos que cuesta el boleto. Es la única forma en la que alguien normal puede aspirar a codearse con una supermodelo.

Tampoco es que sea cosa fácil. Antes de tomar asiento se debe hacer una inspección de lugar. Siempre intento localizar a la tipa más buena de todas. Una vez que la ubico voy y me siento a su lado como si fuera una persona normal. Por dos horas finjo que se trata de mi novia. Obviamente ella no lo sabe, aunque me gustaría que los demás se dieran esa idea. No tengo pensamientos sucios. Todos son limpios porque lavo mis dientes. A veces me cuesta trabajo. Una vez entré a una sala en la que todos eran hombres. Estaban pasando una de Stallone. Ver esa peli fue un error; los rostros angelicales están donde proyectan las películas románticas. Los grupos de amigas van a ver cursilerías. Las mujeres sienten debilidad por ese tipo de porquería. Les gusta la mierda; qué más se puede esperar de seres capaces de enamorarse de hombres. Las lesbianas, ellas sí que tienen buenos gustos al igual que yo. El hecho de que la mayoría prefiera a un tipo barbudo que a un par de tetas es algo que me hacer sospechar de su salud mental.

He notado que la mayoría de las mujeres que me gustan huelen igual. Es difícil que una apeste. Un poco de desodorante y ya está. Su olor natural a piel les basta para volver loco a cualquier heterosexual. Por los homosexuales no puedo hablar, aunque entendido (según lo que me dijo Ernesto, un viejo compañero de la escuela) que ellos prefieren el olor a sudor. Quieren estar con machos, hombres que sepan dominarlos y defenderlos cuando surja un problema. A mí me da igual. No necesito que nadie cuide de mí. Ya estoy perdido de todos modos.
Será mejor que cuente la experiencia de mi última visita al cine para que entiendan por qué no he vuelto desde entonces.

Abandoné la casa. Dije que iba por algo de comer. No dije qué. Para ellos lo mismo podía ser una langosta que las sobras de un bote de basura. No preguntaron. Ir por algo de comer: nadie puede desconfiar de esas palabras. No les mentí. En el cine venden golosinas y snacks. Puede que sean caras, sí. Pero hay. Si uno ahorra lo suficiente puede que te alcance para cincuenta gramos de cacahuates.

Tenía hambre. Antes de comprar el boleto para entrar fui por unas palomitas. Misteriosamente el sabor que logran ahí es insuperable. La fortuna que cobran por ellas no es del todo injusta. En lo que me las entregaban, me di la vuelta. Automáticamente dirigí la mirada a la zona de taquillas. Había una mujer hermosa. Según calculé, tenía 18 años. O al menos eso quería creer. Vi que la escoltaba un pequeño joven que le llegaba a la cintura. Esperé unos segundos para ver si se besaban en la boca. Como no ocurrió, deduje que era su hermano menor. La fila en la que estaba era larga, así que tenía el suficiente tiempo como para que la empleada inepta me diera las rosetas de maíz, luego podía alcanzarla. Una vez con el bote en la mano, todavía tomé el lujo de ir a agregarle un poco de salsa picante.

Una vez cerca la escuché decir:

“-Un adulto y un niño, por favor”.

También alcancé a escuchar la cinta que entraría a ver. Era una de Cameron Díaz. Pobre niño, pensé. Y pobre de mí, ya que naturalmente decidí entrar ahí mismo.

Dejé que se alejaran unos metros. No quería parecer un acosador cualquiera. Poco después entre a la sala. Eché un vistazo para ver si había una opción que la superara. El lugar estaba casi vacío, no había mucho para pensárselo. Entonces vi que ella y su hermanito estaban en la novena fila. No era tan tonta, tomó uno de los mejores lugares. Eso me favoreció porque ya no iba a parecer tan extraño que reposara a su lado cuando había decenas de asientos disponibles. La fila nueve es codiciada como pocas. Sólo la ocho y la diez pueden ofrecerle un poco de pelea.

Durante la función la noté distante. Acaso la incomodó mi presencia. Imposible culparla. Ni yo me soporto. Doy caminatas para ver si me puedo alejar de mí. Nunca lo logro. Temo mirar el espejo, prefiero las paredes. No estoy en ellas. Me asusté cuando en medio de una escena ella se puso de pie y salió de ahí tomando al niño de la mano. Opté por seguir sus pasos. Fue un impulso. Debía haber algo que la hiciera salir. Yo estaba en el mismo sitio, la imité, confíe en su criterio. Además quería comprar algo de tomar. Tenía la boca seca. Estaba sumamente nervioso. Un poco de aire me caería bien.

Tardé poco en verla de nuevo. Estaba formada. Caminé hasta tenerla cerca. Tomé valor y le dije

-Oye, creo que tú y yo somos novios
-Eh, ¿perdón?
-Que creo que tú y somos novios aunque no lo sepamos todavía.
-¿De qué estás hablando?
-Ir al cine y sentarse juntos eso lo que hacen las parejas, y nosotros estábamos haciendo justo eso.
-Ah, tú eres el idiota de hace rato.
-¡Qué bueno que te acuerdas de mí!
-Déjame en paz, yo tengo novio.
-Sí, soy yo, ya te dije.
-Voy a llamarle para que venga a romperte la cara.
-No seas violenta, mujer. Los chicos a los que les gusta liarse a golpes son los más idiotas de todos. Yo soy un pacifista. Lanzo piedras pero tengo la decencia de esconder la mano.

Sacó su celular. Se puso a platicar con alguien. Volteé hacia abajo, el niño estaba mirándome a los ojos. Sonreí para intentar caerle bien. Es importante ser cordial con la familia política. No le caí mucho en gracia porque no modificó en nada su actitud. Seguía mirándome. La fila estaba atorada. La empleada incompetente volvía a hacer de las suyas.

La chica colgó. Y la conversación regresó.

-Mi novio viene para acá. Quizás prefieras ir a esconderte si no quieres acabar desfigurado.
-Bah, cuando me mire se dará cuenta de que no queda mucho por hacer. ¿Cómo te llamas?
-¿Qué te importa, maricón?

Estaba bien que la película fuera un truño, pero había pagado un boleto y no estaba dispuesto a seguir soportando los atropellos de la chica esta. La dejé en paz. No valía la pena desgastarse con alguien de tan poco valor humano. Lo lamenté por el niño con el que desarrollé una especie de vínculo espiritual.

Llegué a tiempo para ver los créditos. En lo que acababan me puse a pensar en el problema central. Yo no le gusta a sinnombre . Lo de su novio era un mero pretexto para zafarse de mí. La fidelidad es un invento frágil. Cuando una chica encuentra a alguien que la emociona, poco le importa que su pareja esté cerca. Se desvinculan fácilmente. Lo único que buscan es estar con el mejor macho que su cuerpo les pueda conseguir. “Lo siento, ya tengo novio”, apréndete esta frase que elegantemente quiere decir “no me interesas”. Si eres lo suficientemente guapo puedes ir sin cuidado. En caso que tenerlo, nadie te mencionará a su novio. Les da igual. En cuanto aparece alguien que las mueva por dentro se rendirán ante ti y harán todo lo que esté en sus manos para cautivarte. Tendrán un comportamiento sumiso, reirán de todas tus gracias, bromearán. Lanzarán coqueteos. Los hombres son igual de desapegados, pero eso ya lo saben. Todos lo saben, al menos se nos reconoce. Ellas fingen que no. Juran lealtad al bobo en turno para luego fugarse, cuando menos se lo espere, con un motociclista de espalda tatuada que las apantalle con cualquier cosa. Las chicas son fácilmente impresionables, así que deben tener cuidado. Cualquier tipo relativamente agraciado puede conquistarlas recitando un poema o presumiendo el abdomen de lavadero. Cásense con quien en verdad amen. Eso al menos les dificultará la huida. Tanto, que con suerte, durarán juntos por años. Ventajas del matrimonio. Relación unida a pesar de los impulsos.

Llegué a casa con hambre. Preparé un par de quesadillas. El queso estaba echado a perder. Estuve enfermo por dos semanas. Vomité y vomité. No había nadie para cuidarme. Las novias del cine no me querían. Yo estaba ahí sufriendo frente a la taza de año. Ellas, por su lado estaban tragando frente a la pantalla grande. Aunque quizás luego también vomitarán para conservar esas prominentes figuras .

sábado, 17 de julio de 2010

Recopilatorio de canciones de Metal

El Metal es un género musical por el que no siento ningún tipo de estima. Entiendo a quienes gustan de él; por lo que he visto las canciones de este tipo le ayudan a personas intensas (por decirlo elegantemente) a canalizar su energía.

Conmigo no funciona. Lo único que provoca en mí es aburrición incondicional. Creo que se debe a lo dogmático de su fórmula. Por su naturaleza, la mayoría del Metal debe sonar "rudo" y tener letras "hardcore". Lo que lo hace distintivo de otros géneros también lo encierra en una burbuja autocomplaciente que se repite una y otra vez disimulada con diferentes acordes y solos. Casi nunca hay sorpresa; cuando pones un disco de Metallica sabes perfectamente lo que viene. Cuando los fans compraron Death Magnetic esperaban algo que les gustara y ya; era difícil que alguien se preguntara :"¿Con qué nos sorprenderarán ahora?". Aun cuando tiene decenas de subdivisiones, el Metal es un género que en lo esencial apela a lo mismo. A sonar fuerte, a molestar a las abuelitas católicas, a tener aspecto agresivo y rudo, etc.

El rock a secas es mucho más amplio. Me gustan los grupo que no se casan con algo específico (onda "soft-rock-cristiano-dark") Ser simplemente una banda de música que, dependiendo del momento o de las intenciones, se mueve a un género u otro.

XTC, PiL, Roxy Music y The Velvet Undeground eran bandas impredecibles. London Calling y el álbum blanco eran discos que cambiaban por completo de un tema otro. Lo mismo que jazz podías escuchar reggae, blues, country, y sí, hasta toques de Metal.

Igual todo es relativo; los Ramones son una de mis bandas favoritas y los tipos forjaron su carrera con los mismos cuatro acordes. Salto ahora con lo del Metal porque directamente es tan exagerado que uno a veces no sabe si se están autoparodiando.

El otro día buscando imágenes raras, acabé topando con un blog dedicado a este género en donde encontré decenas de canciones con títulos increíblemente graciosos, que quiero compartir con ustedes. Son de grupos latinos; algunos cantan en inglés, otros español y unos cuantos en portugués. Noten cómo todos ellos intentan perturbar con el recurso fácil de mencionar temas como la muerte, sangre, dios, sexo, satanás:


  • -Apocalipsis Del Cristianismo [La Religión De Los Debiles Pt. 2]
  • -Satanic Blood Transfusion
  • -Hate to God (típico xD)
  • -Banquete de Sangue
  • -Marchando Para o Inferno
  • -Demential Malignant World
  • -Sadistic Blood Ceremony
  • -Sodomized and Gutted
  • -As I watch you bleed again (Stabwound)
  • -Your Fucking Body Decapitated
  • -Obsessed with Human Decomposition
  • -Butchering Christian Souls (aguas, chavos)
  • -Methodical Humiliation Of Female Corpse
  • -Degrade The Sexual Slave
  • -Bloody Vomit
  • -Liquidate vaginal
  • -Big Chainsaw Masturbation (Outro) (soy fan)
  • -Fuma Mota Para Que Te Crezca La Vergota (no es broma, miren)
  • -La Puta De La Puta Puta

  • -Pieces of Flesh and Blood
  • -El Principe Fornicado
  • -Eating Mutilated Bodie
  • -I Should Have Asked Where The Remote Control Was Before I Killed You
  • -Repulsive World At The Point Of Death
  • -Let Me Penetration You (wut?)
  • -Reincarnating a New Black God
  • -Carnivoure Vaginal Torn
  • -Dead Genitals Fermentation
  • -Denying The Jesus Blood
  • -Un Círculo De 11 Putas
  • -El Mochanalgas Maniatico Asesino Frenetico Destajador Satanico Del Diablo Del Apocalipsis 666 666.Desgarre Anal (Ya pueden respirar)

Voten por su favorito en la sección de comentarios.

viernes, 16 de julio de 2010

Oiga, señor.

Fui a un restaurante. Uno decadente, no crean que la gran cosa. Todo transcurrió con normalidad; ya saben, comida del plato a la boca con sorbos ocasionales a la bebida.

Lo que me jodió fue el mesero. Se dirigía a mí como "señor" todo lo que pudo:

-¿Se le ofrece algo más, señor?
-¿Todo bien con sus alimentos, señor?
-En un momento, señor.
-Claro, no se preocupe, señor.
-Aquí está la cuenta, señor.
-Gracias, señor.
-Como usted guste, señor.
-Así es, señor.
-Señor, señor, señor...señor.

Lo que está en negritas era perfectamente prescindible. El mesero ese podría haber dicho lo siguiente sin ningún problema.

-¿Se le ofrece algo más?
-¿Todo bien con sus alimentos?
-En un momento.
-Claro, no se preocupe.
-Aquí está la cuenta.
-Gracias.
-Como usted guste.
-Así es.
-___, ___, ___...___.

En dado caso de que quisiera sonar más personalizado lo mejor hubiera sido:

-¿Se le ofrece algo más, caballero?
-¿Todo bien con sus alimentos, buen hombre?
-En un momento, apuesto joven.
-Claro, no se preocupe, invitado distinguido .
-Aquí está la cuenta, amo.
-Gracias, príncipe.
-Como usted guste, agradable comensal.
-Así es, degustador sagaz.
-Bonito, bonito, bonito...bonito.

Debo reconocer que no es un caso aislado. La mayoría de la gente que no me conoce me llama señor. En el concierto de Paul McCartney un tipo me dijo: ¿me puede tomar una foto, señor?. Fue terrible porque él era más viejo que yo, sin embargo no lo suficiente como para que me atreviera a llamarlo "señor", cosa que él sí hizo conmigo.

Tengo 21 años. Estoy en decadencia. Bajo en lugar de subir.

Sacando la basura

Tengo varios textos regados en la computadora. La mayoría son trabajos de la escuela o relatos que competirían en la categoría "peso minimosca" del boxeo literario de calidad.

No me siento bien. Las vacaciones son caóticas para mí; me dan demasiado tiempo para pensar. Cuando voy a la escuela dejo de concentrarme, simplemente me aterro con el entorno en el que vivo. Critico a los demás, a los que lo merecen. No pienso tanto en mí, lo cual recomiendo mucho.

Iré poniendo algunos de estos trabajillos que hice nomás por cumplir. Necesito espacio en el disco duro, así que liberaré unos cuantos kilobytes en este blog. Estoy decidido a que si estas reseñas vana a ser olvidadas, al menos deben hacerlo con toda justicia.

Hago la advertencia de que son una caca para que no se sientan especiales. Yo me di cuenta primero que ustedes de ello. Tomen en cuenta que casi todos fueron escritos apresuradamente. Hubo una noche en la que tuve que escribir todo lo acumulado de un semestre. En dadas situaciones más vale cantidad y calidad por lo que no hay tiempo para ponerse refinado; descartar líneas de relleno es un privilegio al que no siempre se tiene acceso.

Empezaré con una revisión a un libro que nunca leí. Sí, las labores se me juntaron y tuve que prescindir de la lectura de un material que he de decir, no me apetecía demasiado.

Una muestra de lo peor que ha salido de mi mente. (Noten las referencias forzadas y las palabras que no tienen más propósito que la de ocupar un espacio).


***


El libro vacío de Josefina Vicens.


Es inspirador cómo a partir de un bloqueo de escritor se puede realizar una obra creativa.
Creo que esa era la intención de Josefina Vicens; mostrarnos que eso que llamamos inspiración no es tan importante a veces queremos creer.

Aunque cueste verlo, la escritura es un acto mecánico que en cualquier momento podemos realizar. Escribir es una intención, aquel que esté dispuesto puede, sin importar las circunstancias, cumplir el objetivo.

Muchas veces nos preocupamos por el resultado sin concederle importancia a la liberación que implica sentarse a elaborar un texto.

De ahí la importancia de El Libro Vacío de Josefina Vicens: convertir a la nada en una motivación. La literatura vista más como un medio que como un fin. Algo similar como lo que Federico Fellini hizo con la cinta 8 ½ la cual trata de un director de cine que luego de un éxito rotundo anterior se encuentra con el conflicto que supone la falta de ideas.

Muchos artistas se paralizan ante la página en blanco, sin darse cuenta que eso, en sí mismo, es un tema vasto del cual partir.

Lo importante es dejarse llevar; dejar de ser tan cerebrales para dar paso a una descarga de emociones. Somos seres que en mayor o menor medida siempre tenemos algo que decir.
El miedo, la impotencia, la timidez, la vergüenza, el bloqueo; todo sirve, basta con tomar la decisión de transmitirlo.

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Qué horror.

sábado, 10 de julio de 2010

Hot Tub Time Machine (2010)




Cómo me divertí hace unas semanas cuando vi esta película.

Hoy en Spazz publican mi revisión al respecto. Léanla para que se den una idea:




sábado, 3 de julio de 2010

Nuevas colaboraciones para Spazz

Esta semana aparecen dos textos míos en la revista Spazz:

Primero, una reseña a The Dreams we Have as Children un disco en vivo de Noel Gallagher grabado en el Royal Albert Hall. (Lo cual ya sabrán si son fans de Oasis o si leyeron lo que decía la imagen de acá arriba). Para leerla, lo único que tienen que hacer es dar clic aquí.

Y también una reseña de Whatever Works. La más reciente película de Woody Allen, la cual sigue sin estrenarse en México. Para leerla den clic acá.


Es todo por ahora. Estuve casi tres días sin internet propio. La pasé pésimamente.

Recomienden Spazz entre sus amiguitos.