viernes, 30 de noviembre de 2007

Hasta yo tengo dignidad

No amiguitos, la pintura no es mía, es de Van Gogh



Estos últimos dos días intenté organizar un poco mi habitación, lo hice porque la situación era tal que mi cuarto empezaba a asemejarse a un basurero, y... qué va!, en realidad lo era. Tengo la costumbre de que si por ejemplo estoy comiendo una paleta o algún dulce común, en vez de ir a tirar la envoltura a un basurero como buen ciudadano responsable, prefiero tirarla al suelo y decir "luego la recojo", y es que siendo sinceros levantarse de la cama y avanzar varios metros para encontrar un bote de basura y proceder a arrojar una insignificante bolsita en él, es algo no muy atractivo. El problema llega cuando, después de varias semanas, esa aparente insignificante bolsita se alía con más bolsitas y con vasos, platos, semillas, botellas, hojas de papel y demás basura que hacía que la cosa ya no fuera tan insignificante.

Me di cuenta de que había tocado fondo cuando un día al despertar puse mis pies en el suelo y me dije a mí mismo "Ejem, ¿A poco ya le pusieron alfombra a mi cuarto?", abrí bien los ojos, y no, mis padres no habían alfombrado mi cuarto mientras dormía para sorprenderme y después regalarme dinero. No, lo que había pisado era basura, que mezclada provocaba que ya no sintiera el suelo, y sólo tocara a la misma.

Era hora de un cambio, esto no podía seguir así, ya había sido suficiente, ¡Desde hoy seré un hombre nuevo!, me dije a mí mismo... Lástima que todavía tenía sueño y me volvía a acostar. Pero eso sí, cuando me desperté (ahora definitivamente) empecé a planear cómo iba a arreglar el caos que había en mi habitación.

Por favor, no sientan lástima por mí ni digan cosas como "Pobre chico, en su casa no lo quieren y nadie arregla su cuarto", podría ser que no me quieran en mi casa -nos los culpo- pero respecto a lo otro, nunca me ha gustado que alguien entre a mi cuarto a limpiar, me incomoda un poco, no me gustan las habitaciones en las cuales todo está acomodado y donde no hay ni una pelusa o cabello tirado por ahí. Me dan miedo, me recuerdan a Hannibal Lecter. Pero incluso para las cosas que nos gustan hay límites, y el tener cuatro televisiones regadas a lo largo de mi habitación era algo que me empezaba a estresar. Mi televisión descompuesta usada como mesita había dejado de ser algo gracioso o útil, la verdad le cabía poco encima y al estar a lado de mi cama el estirar los brazos provocaba que tirara las cosas que tenía encima, además no sé porque me daba miedo que explotara un día.


Y no es broma, además de esta tele tenía otras tres en el suelo: dos en el armario y otra más cerca de la entrada, eso sin contar la que uso en la actualidad. Entonces el primer paso para ordenar un poco esta zona de desastre, era sacar esos cuatro aparatos televisores de ahí. Ay, porqué hacen las televisiones tan pesadas, todavía me duele la espalda, ya ni quiero cargar ni un disco.

Una vez con esas teles fuera, mi habitación hasta lucía más grande, ya puedo caminar tranquilamente sin temor a tropezarme o golpearme el dedo meñique del pie. Luego saqué TODA basura que había, fue lo más difícil, no podía creer cómo un ser humano (en realidad no merezco ese apelativo) era capaz de generar tanta porquería, por ahí me encontré algunas cosas todavía útiles y cosas que ya no acordaba tener.

Ya tenía más espacio, entonces como ya hasta lucía un poco vacío el cuarto, metí un escritorio desde el cual escribo ahora. Mi espalda lo agradece, no lo había comentado pero todas los posts de este blog hasta antes de éste, había sido escritos desde mi cama, y la verdad estar conectado por horas en una cama no es tan bonito como parece, el usar la cabecera de la misma como respaldo "raspa" un poco la espalda, eso sin contar las torceduras y posiciones infernales que se consiguen de ese modo.

Mi cuarto esta más limpio y organizado que antes, sin que esto signifique que ahora estoy en una habitación tan pulcra e higiénica como la de un bebé consentido. Pero bueno, algo es algo.

martes, 27 de noviembre de 2007

Información cofidencial

Delaverobum, me dejó un comentario en el anterior post, en él, misteriosamente me decía que me había nominado, que entrara a su blog para ver de qué se trataba. Para alguien curioso ese mensaje tiene el mismo efecto que si me hubiera dicho "Si entras a mi blog te regalo una casa", así que inmediatamente entré y me di cuenta de que se trataba esto.

Es un especie de cadena bloggera, en la cual debo contestar cinco cosas acerca de mi vida. Estas son las reglas:


1.-Nombrar a la persona que te ha nominado, poner un link a su página y estas reglas en tu blog.


2.-Compartir cinco cosas sobre ti mismo, algunas rarezas o algunas al azar.


3.-Nominar a cinco personas, poniendo su nombre y el link a su blog al final del post.


4.-Hacer saber a estas personas que están nominadas dejando un comentario en su blog.


La verdad no suelo contestar cadenas o cosas así, de hecho es la primera vez que lo hago, y es que por el momento no tengo nada interesante qué decir (como siempre), además Delaverobum me lo pidió amablemente... ¿Cómo podía negarme?


Confieso que sólo obedeceré la regla 1 y 2, si alguno de ustedes quiere hacer lo mismo simplemente háganlo.


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Bueno, empiezo.


1. Recuerdo que fui buen estudiante en primero de primaria, mis problemas comenzaron en segundo y empeoraron en tercero, En ese año, la maestra, que se llamaba Juanita me dejó sin recreo (descanso) como tres meses, no recuerdo bien por qué, el caso es que un día, como ya era costumbre cuando sonó la campana todos salieron al recreo excepto yo. El salón se vació y la maestra se me quedó viendo como tres minutos, para después soltar un "Ay, ya vete". En ese momento salí corriendo al patio más veloz que nunca.


2. Cuando voy a un lugar de vacaciones y regreso después de varios días, siento una sensación extraña, como si mi casa me pareciera diferente, siento que ha cambiado, la sensación dura un par de días y después ya no la recuerdo.


3. Tengo unos tenis que regalaron hace como tres años. Nunca me los he puesto, no están feos, no sé porqué no me los he puesto, es raro, lo cierto es que ahí están en una caja y no tengo intención de usarlos. Podría regalarlos, pero no lo hago porque me gustan, está bonitos, simplemente no los quiero usar.

4. Dicen que el desayuno es el alimento más importante del día, pero haciendo cuentas creo que he cenado y comido más de lo que he desayunado, no acostumbro hacerlo, y si lo hago es algo ligero como una manzana o una pera. Por las mañanas no tengo hambre. Pero irónicamente por la noche tampoco pero SÍ como, nada más por costumbre, si no lo hago me esto incómodo.


5. Tengo cientos de revistas, no sé exactamente el número pero son muchas, la última vez que las conté eran más de trescientas, pero ya han pasado dos años desde eso, quizás ya tenga como 800, no sé, en una de esas mil o también podría ser que tenga 500 nada más. Tengo una caja enorme de revistas llenas, otro mueble lleno de ellas también, y todo los cajones de mi armario en vez de tener ropa están con revistas. Ya no sé dónde meterlas, me han dicho que las venda, pero odiaría hacer eso, me pondría celoso de que algún desconocido tenga alguna de mis amadas revistas en el baño, mal tratándolas o peor aún: Recortándolas. No soporto cuando la gente hace eso, cuando yo llego a recortar una revista por alguna foto interesante o algo parecido, compro la misma revista tres veces: una para recortarla, otra para coleccionarla y la última para compensar el hecho de haberme atrevido a recortar una revista.


Tampoco las vendo porque en unos años me gustaría leer noticias viejas y ver las cosas de las que se hablaban en el 2004.


6. Si tuviera que mencionar las dos veces en las que he sentido más dolor físico, esas serían:

a) La vez que me caí desde la cima de unas escaleras plegables como a los doce años, caí de espaldas y por unos 40 segundos no podía respirar, el golpe dolió mucho también, pero lo peor era esa extraña sensación de no poder respirar, era como sí me hubieran arrojado a un planeta en el que no había oxígeno, supongo que eso sienten las personas que mueren ahogadas, uno de mis más grandes miedos, porque contra eso no puedes hacer mucho. Si te ataca un león, todavía tienes la oportunidad de pelear y quizás con mucha fortuna salvarte, pero al ahogarte no sé que se pueda hacer, porque además no se puede pensar con claridad.

b) Las malditas inyecciones en las encías, ¿quién les digo que algo tan sólido podía inyectarse?, como varios dientes de los llamados de "leche" no se me caían y los otros querían salir, tuvieron que quitármelos a la fuerza, auch. Creo que hubiera sido menos doloroso sin esas inyecciones anestésicas. ¡Qué incoherencia!, lo que se supone te inyectan para que no te duela, me provocaba uno de los peores dolores que he sentido. Lo peor es que no me quitaron un diente o dos, sino como 5, y en sesiones distintas para que me inyectaran varias veces. Sí, mi dentista era un maniático.

Por cierto, una vez casi me ahogo en una alberca, el salvavidas (creo que así se le dice a ese especie de dona inflable) era un poco grande y me resbalé por en medio (ah, para que vean que estar gordito no es tan malo, unos kilos más y eso no me pasaba), me hundí. Cuando llegaba al fondo me impulsaba con todas mis fuerzas para salir por unos segundos y poder respirar un poco, así varias veces, no sé cuántas. El que se supone debía cuidar a la gente para que no se ahogue se acercó, lo veía incluso desde abajo del agua, no era guapo como los suelen pintar en las pelis, se me quedaba viendo, el muy idiota pensaba que estaba jugando, después de unos segundos que me parecieron eternos me agarró de la manó y me sacó.


7. Como este blog lo leen personas de varios países, frecuentemente pongo sinónimos de palabras que uso entre paréntesis para que todos entiendan.


8. El ejercicio decía que tenían que ser 5 cosas, pero el ocho me gusta más, así que quise finalizar con este.

9. Bueno, el nueve también me gusta.

sábado, 24 de noviembre de 2007

Malditos Buffets


Seguramente ustedes han ido a alguno de estos lugares en los cuales, hay decenas de platillos repartidos en varias secciones, te puedes servir lo que quieras, o más bien CUANTO PUEDAS.

Sí, porque aquí uno no come lo que quiere, si no lo que puede, me refiero a que, aunque ya no tengas hambre, sigues comiendo.


Bueno, al menos así me pasa a mí. Fui hace unas dos semanas a uno.


Primero todo es felicidad, tomas un plato e inspecciones la zona, con la mirada identificas en donde se localizan las cosas que más te gustan. "Ah, mira, allá tienen vegetales" y vas e improvisas una ensalada con las cosas que más te gustan, en mi caso elijo las cosas más coloridas para que la gente me mire y diga "Ese chico me cae bien".

Regresando a la realidad en la que a nadie le caes bien por cómo te preparas una ensalada, mientras regresas a la mesa te pones a analizar que será lo que te servirás después, así es esto, no disfrutas tanto de la comida, sino el saber cuánto puedes engullir. Comes la ensalada, algunos la comen toda, y otros sólo comen un poco de lechuga y dejan lo demás, desperdiciando así casi tres kilos de verduras.

Que por cierto, siempre empiezas por una ensalada, para agarrar confianza, aunque también están los más pro, que en cuanto entran van directo contra los postres.

Ya después de esto vas con otras cosas no tan verdes, si comes carne (como no es mi caso) irás directo por pollo, camarones, atún, pavo, chorizo, salchichas, y me atrevo a decir que si hubiera carne de serpiente o armadillo hasta esa te comías por probar de todo. Por suerte no como carne, y opto por otras cosas, para mi mala fortuna, el 60% de la comida que había en ese buffet tenía carne, así que tenía que ingeniármelas, con esa "pequeño" 40% de cosas sin carne.

Pues ahí estoy, yo con mi plato metiendo varias cosas, una papa por ahí, un poco de pasta, un panecillo y ¿Por qué no? un poco de arroz. Como ustedes imaginarán no es la combinación más saludable que puede haber, pero no importa, es un buffet, para eso está, si alguien piensa comer sano NUNCA iría a un buffet.

Aunque eso sí, no todos son unos monstruos del comer, hay algunos que pagan mucho dinero tomando en cuenta que sólo se sirven una patata y una uva, pero allá ellos, se perderán de un bonito dolor de estómago al día siguiente.


Un punto en contra es la bebida, si lo que quieres es atascarte de alimentos, el agua sólo estorba, ya que hace que te llenes, lo ideal es tomar poco, un pequeño trago de vez en cuando, aunque cuidado el exceso de comida puede hacer que te atragantes, así que no puedes prescindir de ella.


Otro plato más, me gustó lo anterior, así que repito la dosis, y le agrego un par de cosas más "a ver a qué saben". Después de deglutir eso, llega lo que yo llamo el punto p, (le iba a poner punto G, pero ese ya estaba en uso), el punto P, es ese momento en el que ya estás satisfecho, tu hambre ha desaparecido y tu estómago te dice "Bien camarada, con eso me basta muchas gracias". Pero inmediatamente después del punto P, llega el punto Q, (le iba a poner punto p, pero me di cuenta de que ya lo había usado). El punto Q, es cuando tu cerebro te dice "Traga más, desquita lo que pagaste y dile al estómago que mejor se ponga a procesar el alimento que ahorita le das más".

Como me cae mejor el cerebro que el estómago, decido obedecerlo a él, y casi hipnotizado y sin hambre voy por otro plato, y no para jugar con él, sino para servirme más ensalada. La ingiero, y ahora no sólo estoy satisfecho, también estoy harto de masticar. Masticar es algo cansado por si no se han dado cuenta, incluso la razón principal por la que mastico goma de mascar es para ejercitar la mandíbula y ser más resistente para masticar, valga la redundancia.

Mi estómago ha conseguido aliados, un pulmón y el hígado me piden también que pare de comer, el cerebro me dice que los ignore, que no saben nada, y agrega, "Mira a tu derecha... ¡La barra de postres!". Mi cerebro tiene razón, no he comido ningún postre, no puedo rime sin antes probar un poco de helado y algún panqué. Ese "helado y un panqué" se traducen como un helado y un panqué + más helado (ahora de chocolate), una rebanada de pastel de chocolate, una dona y una galleta con chispas de chocolate.

Ahora me siento mal, mi estómago, mi hígado, un pulmón, un molar e incluso el dedo meñique cantan al unísono "Te lo dijimos", mi cerebro se burla de mí.


No comí hasta el otro día, y eso sin muchas ganas.


Por experiencias como estas, les recomiendo que nunca vayan a un buffet. NUNCA, por más tentador que sea, siempre comerán de más. Cuando vas a un restaurante, el amable chef se preocupa por tu salud y sirve en el plato una ración adecuada de alimentos para que no comas de más. En un buffet no es así, el que decide todo eres tú, un irresponsable.

La OMS, debería conseguir que se prohibieran los buffets, al menos si dicen estar tan preocupados por la obesidad que cada día crece más. Sería un gran paso para eliminar a los obesos del mundo.


Como podrán notar algunos de mis últimos posts están relacionados con la comida, espero ya no postear de ello por un tiempo.



P.D: Nunca supe bien la forma correcta de escribir "Buffet", aunque creo que esa es la correcta, y no sé tampoco si escribir bien el plural de esa misma palabra. Pero no importa, ni que esto fuera un libro, es simplemente un blog. Ah, y la foto no es del buffet al que fui por si alguien se lo preguntaba.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Milagros y calificaciones

Antes que nada una disculpa por este post, yo sé que entrar a un blog en el cual un tipo al que ni siquiera conocen en persona, les cuenta cómo le fue en su examen extraordinario de matemáticas no es lo comúnmente se le conoce como divertido o entretenido, pero bueno, es lo que hay.


Ahora sí, comencemos:


¡Pase, pase!, ha sido un milagro, no sé cómo pasó, no encuentro explicación alguna, pero no me importa porque pasé.

Muchas gracias a todos por sus buenos deseos y en especial a Natsuki que incluso al parecer prendió unas velas, pues debo decir que funcionó, y miren que no soy supersticioso ni nada, pero es lo único que se me ocurre que pasó, porque he de decirles que no sólo pasé, sino que además ¡¡¡pasé con 7!!!

Yo pensaba que en dado caso de que pasara, lo haría con un seis, pasaría apenas, pero no, además saqué siete.


Matemáticas es una materia hecha con muy mala leche, eso de las integrales y aplicaciones de la derivada NO deberían ser temas abordados en la preparatoria, es una forma en la que los científicos tratan de arruinar la existencia de los artistas y de los que como yo, no entiende ni papa de las matemáticas. Esas cosas deberían verlas en la universidad los que QUIEREN dedicarse a ello, no nosotros que en realidad ni queremos saber nada de matemáticas en nuestro respectivo futuro.

Quiero decir, está bien que nos enseñen a sumar, multiplicar, restar y dividir, las raíces cuadradas todavía se lo paso, pero de ahí a que quieran torturarnos con integrales y aplicaciones absurdas de la derivada hay un largo camino. Por ejemplo, si yo quiero ser digamos... mmm, no sé ¡Masajista!, ¿De qué demonios me va a servir saber saber resolver integrales por el método de Simpson?

La respuesta por si lo dudaban es : De nada.


Y miren, no tengo nada en contra de los matemáticos, si es que me está leyendo uno (no vaya a ser en una de esas que Lines on my face o Karla Verde sean matemáticas, fiú) es más, los admiro por poder hacerlo, es algo que yo simplemente no puedo. No soy bueno con las cosas lógicas, y ahora que lo pienso, eso me gusta, porque me hace mirar las cosas desde otra perspectiva, hacen que no me comporte tan robóticamente.

Con esto, ya he pasado la preparatoria, lo he logrado: ¡Acabé la prepa!. He logrado ingeniármelas para no reprobar año hasta ahora, y también estoy sorprendido. Siempre creí que reprobaría una vez de año a lo largo de estos años, era uno de mis grandes miedos: Reprobar de año. Las veces en las que estuve en más riesgo fue en quinto de prepa y en segundo de secundaria, estuve muy cerca, pero no, he tenido fortuna y he llegado hasta este punto.

Muchos compañeros de la escuela, siempre pronosticaron que reprobaría, me decían "Vas a reprobar", pues bien, varios de ellos reprobaron y yo no, lo cual me da un tremendo gusto, y no porque ellos hayan reprobado, no, sino porque yo no reprobé jaja.

Bueno ahora lo que me queda es decidir un carrera y ver si entro a la universidad en Enero o hasta junio, pero créanme que eso ya no me causa tanto estrés como el hecho de deber una materia y no saber si la pasaré, así que espero estar mejor de ahora en adelante.


Pues eso, espero ahora poder postear más tranquilo y de cosas de mayor interés o diversión para ustedes, los que amablemente me leen.

Muchas gracias a ustedes y sus buenos deseos, pues pasé, ahí está.

sábado, 17 de noviembre de 2007

Soy menor de edad (a veces)


Ayer llamaron (otra vez) de un banco, querían hablar con mi papá. El banco quería ofrecerle una tarjeta de crédito. Era un mujer con una voz un tanto agresiva, yo empecé a decirle que no estaba, ella me preguntó a qué hora lo podía encontrar. ¿Realmente cree que le diré la verdad?, ¿Cree que le diré a qué hora llega para que lo moleste con una llamada cuando él llegué cansado? Ja-ja.

Le dije que no sabía a qué hora llegaba, ella en un último intento de no desperdiciar una llamada, me dijo que si me interesaba adquirir una tarjeta de crédito o algo así. Apliqué mi táctica (que recomiendo) cuando alguien me ofrece una tarjeta por teléfono. Dije, "Lo siento, soy menor de edad", al decirlo trato de agudizar mi voz un poco, y a veces le agrego "Lo siento, soy menor de edad, y mi mamá no me deja tener tarjeta". Ha sido infalible hasta ahora, por si un día lo quieren aplicar.

La señorita me dijo con voz de rara, como si no me hubiera creído pero sin forma de probarlo, que estaba bien, que muchas gracias. "Muchas gracias señorita" le dije y colgué.


No me gusta mentir, pero es la única forma, estas personas no entienden de otra manera, era esto o colgarle sin decir nada. Busqué ser más diplomático y opto por esta táctica.
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Por otro lado, ayer fui a la escuela para saber mi calificación, salí de ahí sin ella. "Hasta el miércoles" me dijo. Lo cual me afecta, ya que no podré disfrutar del fin de semana. Esa incertidumbre de no saber si pasé hace que esté estresado y de mal humor, hubiera preferido saber ya la verdad, pero bueno tendré que esperar.

Que por cierto ya estoy harto de esperar, ahora resulta que para todo ya se tiene que esperar. Espera a salga en DVD, espera a que se enfríe, espera a que se caliente, espera 30 minutos para que llegue tu pizza si no es así será gratis, no me importa , nadie me regresará esos treinta minutos. Esperar, esperar, esperar.

¿Quieres ver la luna?, espera a que anochezca, para todo se tiene que esperar. Espera a que te atiendan.

Esperar algo que quieres precisamente desespera, no sé qué es lo que quiero, pero lo quiero ahora.

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Estos últimos días he masticado muchos chicles, que ya había dicho que odio decir "chicle" pero me da flojera escribir "goma de mascar", pero bueno, ya lo hice y perdí más tiempo y esfuerzo para aclararlo. Y es que masticar chicle sirve de mucho, en vez de mover los pies o las manos ridículamente cuando te da un ataque de ansiedad, puedes masticar un chicle de menta, mucho más discreto y con mejor sabor.

Bah, en realidad no padezco de ansiedad, sólo me relaja un poco el hecho de estarlo masticando.

Y es que hay enfermedades o padecimientos que algunos consideran que están "padres" o que son "cool". Una vez en una revista para adolescentes leí que tener insomnio era una enfermedad "in", y que tener gripa estaba "out" jajajaja. Uy sí, quiero tener insomnio para estar a la moda, el insomnio es lo de hoy. Pues no, esta revista no sabe lo doloroso que es no poder dormir. No es algo gracioso, es algo realmente molesto y desagradable, así que no confundan a la juventud.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Dos Semanitas


Llevo casi dos semanas sin postear, algunos quizás creyeron que me fui de vacaciones, otros que mi computadora explotó por tanto conectarme, y a la gran mayoría simplemente no le interesó. ¿A quién le puede importar este blog?.

Bueno, he aquí la versión oficial de mi ausencia en el blog. La cosa no es nada emocionante, así que si esperaban leer una historia de acción o de dramatismo por favor salgan ahora mismo.

Lo cierto es que mi examen extraordinario que he mencionado en algunas ocasiones fue la razón de que haya abandonado este Blog. Y no, no dejé el blog para estudiar como se podría pensar, sino porque el mero hecho de que el examen se aproximara me mantuvo al borde del colapso, con gran angustia y temor.


Dense una idea de ello:


Yo hace tres meses:


Ah, qué bonita es la vida, faltan tres meses para mi examen extraordinario. Estudiaré un mes antes y por lo mientras veré muchas películas, escucharé música e iniciaré un blog.


Yo hace dos meses

Ah, qué bien,todavía faltan dos meses para mi examen extraordinario de matemáticas. No sé nada, pero me quedan dos meses más, estudiaré un mes antes.

Yo hace un mes

Ah, qué bien, falta un largo mes para mi examen extraordinario. Bah, estudiaré después, falta mucho para el examen.


Yo hace tres semanas


Gulp, ya casi es mi examen, no sé nada, pero no importa, todavía estoy a tiempo de reaccionar y estudiar. Empiezo la próxima semana


Yo hace dos semanas

Ay Dios, qué rápido ha pasado el tiempo, ya sólo faltan dos semanas para mi examen, me tengo que aplicar ya, creo que con una semana de estudio será suficiente. Empiezo el Lunes.


Yo el Lunes de la semana pasada

Tengo miedo, muuucho mieeeedo (31 minutos díxit) . Sólo faltan siete días para mi examen y no tengo ni idea de cómo le voy a hacer. Pero bueno, estudiar los Lunes no se me da. Empiezo el Viernes.


Yo el viernes de la semana pasada

Tengo todo el fin de semana, ahora sí voy a estudiar, si me lo propongo puedo lograrlo. ¡Ha llegado la hora de estudiar!... Ah mira, un partido de futbol por la tele, lo veo y después estudio.

Yo el Domingo de la semana pasada. 8:00 p.m.

Soy un imbécil, mañana es el examen y no he estudiado. Me doy asco, tuve tres meses para estudiar y apenas hoy a catorce horas del examen lo haré. Me prepararé una taza de café, no dormiré hasta no haber aprendido algunas cosas más o menos. Utilizaré la taza grande, espero que esta vez el café no me afecte tanto.

Prendo la computadora, tengo la guía en ella, se conecta a internet y decido revisar un par de foros, pierdo una hora así. Me doy un par de bofetadas y decido cerrar el navegador. Momento de preparar otra taza jumbo de café. Para mi sorpresa (y terror) ya no hay azúcar. Ahora tengo cuatro opciones:

a)Tomar el café sin azúcar

b)No tomar café

c)Usar jarabe de maple para endulzarlo un poco

d)Maldecir mi existencia y lamentar mi estupidez.


Me decido por la opción c y d. Vuelvo a la computadora y estudio e intento comprender todo. Pongo a Morrissey para que me acompañe, elijo el You are the Quarry. Mientras suena I Like You tomo un segundo aire y por unos instantes me ilusionó y pienso que pasaré el examen. Le doy un trago al café, no sabe tan mal. Me hace regresar a la realidad: Es poco probable que pase el examen si sigo así. Vuelvo a estudiar otro rato. Me vuelvo a preparar café con maple y visito foros de internet. Ya es la una de la mañana. Me cuestiono, ¿Realmente vale la pena desvelarse para estudiar?, ¿Si lo hago pasaré?, ¿No será mejor dormir y rendirse?.

No tengo sueño, el café me empieza a trastornar, mejor sigo estudiando, de todas formas me acompañan los Smiths (ahora suena el Strangeways).


El ritual de, "Ver foros, estudiar, preparar más cafe, poner otro disco, insultarme a mí mismo" se repite varias veces hasta las cuatro de la mañana. Unas siete tazas de café después, decido que ha sido suficiente, al fin de cuentas tomé unas clases hace unas semanas, y dicen que es mejor dormir antes de un examen. No quiero que me pase como la vez pasada en la que no dormí y contesté un examen al borde del desmayo por el exceso de cafeína y falta de sueño.

Apago todo y me voy a mi cuarto, prendo la tele y hago el zapping un rato, no tengo sueño, demasiado café. Así estoy una media hora y después la apago. Cierro los ojos para dormir. Ja, qué iluso soy, estoy dando vueltas en la cama pensando en el examen hasta las siete de la mañana, duermo una hora y despierto a las ocho aproximadamente. El examen es a las diez. Me baño y me visto, como un poco. Me duele la cabeza y el estómago, estoy mareado. Ahora sí estoy seguro de que el café ya no es lo mío, ya no lo aguanto como antes, si hubiera tenido coca-cola la cosa habría sido distinta, no me afecta tanto. De todas formas creo que no vuelvo a tomar siete tazas de café, la taza era grande además.


Llego media hora antes al examen y platico un poco con los otros que lo van a presentar. Creo que están más preparados que yo. Cosa que no me sorprende, cualquier niño de primaria estaría a mi nivel matemático siendo sinceros.

El examen dura tres horas, no me fue tan mal como creí, bueno no sé. El viernes me dicen si pasé. Si tienen una lámpara maravillosa, pídanle al genio que apruebe.

jueves, 1 de noviembre de 2007

Pizza de Lasaña


Antes que nada yo pensaba que se escribía "lasagna" pero recién me entero que lo correcto es lasaña, la primera es en italiana y la última es la correcta en el español.


Hace unos días ocurrió algo que me dejó sin habla, y miren que hay pocas cosas que lo hacen, estaba yo con mi vida normal viendo la tele, en eso comienzan los comerciales, yo no suelo ponerle mucha atención a la publicidad, cada que hay le cambio de canal o desconectó mi cerebro para no poner atención a los anuncios de detergentes y demás. Pero en eso, sale un comercial de una compañía de pizzas que captó mi atención.

Anunciaba una nueva pizza, hasta aquí todo normal, pero luego ocurrió lo que me dejó sin habla por más de treinta segundos (¡!), lo que me impactó fue que ¡la pizza nueva era de lasaña!, no lo podía creer, y como ya mencioné dos veces me quedé sin habla (aunque la verdad habría sido muy estúpido hablar ya que estaba solo).


Así es, después de siglos y siglos la gente por fin se ha hartado del pepperoni y la hawaianna y la compañía pizzera se ha visto obligada ha inventar algo como esto. Bah, en realidad la gente no se ha hartado del pepperoni ni de la hawaianna, y de hecho nunca lo harán, hay gente que pide pepperoni toda su vida, les son más fieles que a sus parejas. Seguramente en las pizzerías compran ocho toneladas de pepperoni al mes y sólo dos kilos de vegetales para los despistados como yo que no comemos carne. Compran seis toneladas de jamón y piña y sólo doscientos gramos de champiñones.

El caso es que, el hecho de que hayan decidido incluir una "pizza de lasaña", me tiene un tanto idiotizado (tengo que echarle la culpa a algo...), vamos a ver, imaginen la junta en la que decidieron implementar la pizza de lasaña a su menú. Si yo fuera el jefe y uno de los empleados dijera "Señor jefe Joyrider, creo que hay que implementar una nueva pizza de lasaña al menú", en ese momento lo echaría de la empresa, lo despediría y consultaría con mis abogados si es posible demandarlo. Pero no, no soy el jefe y el tipo que sugirió eso tal vez haya sido ascendido o le subieron el sueldo.


No he probado esa pizza porque no sé si sea de lasaña con carne (lo más seguro) o vegetariana, y además no me dan muchas ganas la verdad. Con esto de la "pizza lasaña", me he puesto a pensar en pizzas que pronto podríamos ver en el mercado, y que conste que si lo hacen no debe sorprenderles y deben mandarles mails diciéndoles que me paguen ya que la idea fue mía:



Pizza de papas a la francesa.

Rectángulos de papas freídas sobre queso manchego, acompañada de sobrecitos de mostaza y catsup. Ideal para acompañar con la novia mientras se ve una película de terror.


Pizza de spaghetti a la bolognesa (o de spaghetti a la boloñesa)

Manjar que las tortugas ninjas habrían soñado, pasta al dente con trozos de carne molida, salsa de tomate. Se sugiere acompañarla con un buen vino y consumirla en un cuarto en el que haya una chimenea y un gato montés.

Pizza taco

Esta modalidad de pizza en apariencia podría pasar por una pizza normal de carne, pero es diferente ya que se le agrega salsa picante y no se consume en rebanadas sino que se le dobla y traga como si fuera un taco gigante. Recomendable si nada lo llena y está en busca de nuevas sensaciones y dolores en el estómago.

Pizza hamburguesa

Para esta se necesitan dos pizzas con carne, se coloca la primera en posición normal y se le pone la otra encima, de modo que los lados con carne de las pizzas se toquen, ahora se puede consumir como una hamburguesa normal, sólo que con unas ocho mil calorías más. Similar a la pizza sandwich pero sin jamón.


Pues ahí lo tienen, esto es lo que provoca ver comerciales, por eso mejor cambiénle a otro canal lo más rápido que puedan para evitarlos.