viernes, 26 de octubre de 2007

Yo sólo quiero dormir



Antes que nada, presione el botón con el sigo de triángulo volteando a la derecha del reproductor que aparece arriba. O no lo haga, no soy nadie para exigirle que escuche esa canción, aunque tampoco soy nadie para decirle que no lo haga, así que haga lo que mejor le plazca, o bueno, tampoco soy nadie para decirle que haga lo que le plazca así que haga lo que no le plazca, aunque...

Justo abajo de mis ojos hay dos especies de sombras, o eso parecen. Las sombras de mis ojos, comúnmente llamadas ojeras, que fueron causadas (dicen) por no dormir mucho. Me gustan, la verdad, les he agarrado cariño con el tiempo. Aunque tampoco es que haya dejado de dormir con tal de tenerlas, simplemente fue algo que se dio. No sé si desaparezcan o si son permanentes, no me importa mucho, no iré a Google para buscar si son permanentes. Tampoco me pondré rodajas de pepino ni nada que las haga desaparecer, no me interesa.

También me gusta dormir, aunque esto me cuesta un poquito más de trabajo. Hubo una época en la que podía dormir diez o doce horas sin problemas, fue hace mucho. Ahora no puedo.

Todas esas veces que los ladridos de mis perros me han despertado, las veces que ha sonado el teléfono para acabar con mis sueños, han logrado que aunque no me lo proponga, me despierte antes de tiempo. Y sí, algunos de ustedes recordarán que una vez dije que me levantaba, creo, a las once de la mañana o algo así, pero estimados lectores, eso no significa que duerma mucho.

Si me levanto a las once de la mañana es porque me dormí a eso de las cuatro de la mañana. Hace unos meses pasé una buena temporada durmiendo entre cinco y siete horas, no más, no menos. Siempre era igual, nunca dormía siete horas y un minuto, no. Dormía siete horas o menos. Podía dormir seis horas con cincuenta y nueva minutos o cinco horas con veintitrés minutos, todo dependía del día. Aunque casi siempre dormía como seis horas.


Eso por supuesto no es recomendable, al menos en mi caso. Hay personas que duermen cuatro horas nada más, y andan por la vida como si nada. Hay otros que duermen como koalas, animal que , por cierto, duerme hasta 22 horas al día, al parecer sólo se despiertan para comer, cagar (y mear) y de vez en cuando para reproducirse. La envidia de todos. Qué geniales son los koalas, desde su nombre, uno de los mejores que puede tener un animal.

Otra cosa es que, para mí es imposible dormir temprano. No es broma, les aseguro que llevo unos cinco años sin dormir antes de las doce. Ni a las once de la noche puedo dormir. Aunque me caiga de sueño, simplemente no puedo dormir, es impresionante, muchas veces me da sueño como a las ocho de la noche e intento acostarme y dormir. No puedo. La costumbre debe ser.

El problema de mi sueño "ligero" se ha agravado últimamente, el más mínimo sonido me despierta, la caída de una escoba afuera de mi cuarto me hace levantarme al instante, así tenga mi puerta cerrada.

Antes aplicaba el dormir una hora por la tarde (cosa que contradice de un modo eso de que nunca duermo temprano, pero me refería a descansos de más de una hora) pero me di cuenta que era peor, me despertaba de mal humor, modorro creo le dicen, y ese hora que dormía provocaba que menos pudiera dormir en la noche, lo empeoraba todo, así que lo dejé.


Hace tiempo leí algo sobre Dalí, no sé si sea cierto, pero decía que Salvador cuando dormía se sentaba en un sillón con una cuchara de metal y colocaba un plato del mismo material en el suelo. Cuando lograba dormirse y alcanzaba una relajación, sus dedos soltaban la cuchara que caía sobre el plato provocando un ruido que lo despertaba y lo regresaba a la realidad. Supongo que así evitaba dormir de más. Albert Einstein dormía siempre más de diez horas cada noche, lo cual me hace pensar que si duermo esa cantidad de tiempo mejoraré mis pobres habilidades matemáticas. Bah, en realidad sabemos que no.

Investigando un poco más por ahí (¡Dios bendiga a Google!), descubrí que Winston Churchill dormía sólo cinco horas, y que por increíble que parezca; el gran Leonardo da Vinci dormía lapsos de 15 minutos cada hora, durante las veinticuatro horas del día.


Pero bueno, no quiero que este blog se convierta en uno de esos que sólo dan datos curiosos sacados de Internet (de dudosa procedencia) así que mejor le paro.

Para finalizar sólo quiero comentar que en los últimos cuatro meses he vuelto a soñar, mucho tiempo de mi vida no soñaba, o más bien no recordaba los sueños, pero últimamente he vuelto a recordarlos, algunos son buenos y otros pesadillas. Pero curiosamente ninguno es erótico. (Mis ojos se inundan de lágrimas en estos momentos.)




jueves, 25 de octubre de 2007

Todo el mundo ama la menta


Su frescura, su sabor, su nombre. Todo es perfecto en ella. Creo que a todos les gusta, todos la adoramos y agradecemos.

Ya sea en forma de goma de mascar, líquida, en dulces o la natural es irresistible, y nos salva en situaciones cuando no te puedes lavar los dientes.


A pesar de ser de color verde, en las envolturas de dulces, de chicles y en su forma de pastilla se le representa de color azul, todo para que no se confunda con su más acérrima rival: la hierbabuena.


En este mundo tienes que tomar partido, o eres del club de la menta, o de la pandilla de la hierbabuena. Yo en estos momentos soy del club de la menta. Aunque en materia de sabor la competencia es pareja, la menta toma la delantera en cuestiones de mejorar el aliento y en cuestiones aromáticas.

La menta huele exquisita, debería haber lociones y perfumes de menta. La menta la asociamos directamente con la limpieza, por lo cual también propongo que haya jabones de menta. A diferencia de por ejemplo el mango, creo que a nadie le desagrada el sabor y olor de la menta, es algo imposible. La menta no tiene fallos, es perfecta. No importa cuántos sabores nuevos de pastillas haya, la menta siempre será la predilecta, la más deseada.


Refresca tanto el aliento, que al soplar y poner la mano enfrente, sentimos igual que cuando abrimos el refrigerador y el frío toca nuestra cara.

Todos la han probado, hasta ahora no sé de nadie que sea alérgico, sólo la menta podría hacerlo.


Las mejores pastas de dientes tienen sabor menta, son mejores para los dientes y para el aliento que las que tienen sabores cítricos o de canela. Simplemente la menta está a otro nivel, siendo envidiada por las demás plantas y frutas del mundo. La menta es como el Elvis Presley de las hierbas, además es una hierba socialmente aceptada y confiable del todo.

Eso sí, hay que probarla en dosis pequeñas para un mayor disfrute, no hay que saturarnos. Con un poco de ella es suficiente. En algunos casos puede provocar un poco de ardor en la lengua, pero no importa, vale la pena y ese dolor pronto desaparecerá.

Me gustaría tener menta en mi jardín , cuidaría de ella y la protegería. Desafortunadamente me tengo que conformar con los dulces y las gomas de mascar de menta, pero aún así la quiero.








P.D. Como curiosidad sobre este breve post,(tenía que ser así después de mi excesiva-en extensión - reseña del concierto de The Cure) la palabra "menta" aperece 17 veces, incluyendo esta última.

lunes, 22 de octubre de 2007

Una noche como esa


Ayer 21 de Octubre fui a ver a The Cure.


The Cure es una de esas bandas a las que quería ver ya, porque pasa a veces que dices "bueno, después veo a esa banda" pero luego te enteras de que se separa y te quedas con el gran trauma de no haberlos visto.


Pues bien, ayer por fin acudí a ver a la banda de Robert Smith.
Llegué a eso de las cinco de la tarde, según mi boleto el concierto empezaba a las siete, así que tenías dos horas para hacer lo que quisiera.


Había una buena cantidad de puestos que vendían camisetas, gorras, tazas, calcomanías, pins, revistas y demás cosas relacionados con la banda. Cabe mencionar que, inicié la búsqueda de una buena camiseta, porque ir a un concierto y no comprar una es como ir al cine y no comprar palomitas. (Aunque ahora es un buen momento para decir que casi nunca voy al cine, tema para otro día). Desafortunadamente ninguna playera me gustó (detesto la palabra "playera", pero me vería mal repitiendo tantas veces camiseta en un mismo párrafo), todas eran horribles, bueno, no todas era horribles, algunas sólo eran feas y otras cuantas más o menos. No encontré esa que me cautivara o que me hiciera decir "esta es para mí". Como que eso de hacer ropa de bandas nomás no se le da los piratas mexicanos.

Las tazas, pósters(carteles), bufandas y otras cosas les quedan bien, pero las playeras no, así de fácil. Muchos de ellos ni conocen a la banda, pero por hacer negocio compran 500 camisetas grises y negras, les ponen "The Cure Mexico 2007" y quieren vendértelas como si fueran la gran cosa. Medio triste por no encontrar LA playera, tome la decisión de mejor comprarla al final de concierto.

El tiempo no pasó lento debo decir, las calles estaba llenas de personas raras e interesantes. A lado un partido de fútbol americano terminaba y su aficionados salían de lugar, así que por un momento góticos, deportistas, darks, fresas y demás especies se juntaron formando una masa de lo más pintoresca.

Tiempo de irse a formar, a las mujeres las manosea una chica para verificar que no traigan cuchillos o escopetas escondidas en los bolsillos, a los hombres nos toca un hombre, cosa que no he entendido. A ver, se supone que a las mujeres las revisa una chica para que estén cómodas, y está bien así lo desean, lo respeto, pero yo preferiría que me revisara también una mujer, las manos del hombre que paso sus manos por mis piernitas y brazos eran toscas y rudas, hubiera preferido más delicadeza y uñas pintadas. En fin. Me entero de que no puedo entrar con un póster que había comprado, según esto es por "razones de seguridad", no vaya a ser que haga un avión con el cartel y le vaya a dar a Robert en el ojo. Caray, muy paranoicos.

Voy al baño, intenté no respirar mientras estaba dentro del él, duré unos cuarenta y cinco segundos dentro, tiempo en el cual tuve que respirar en dos tremendas ocasiones.


Un tipo de unos veinticuatro años nos pide nuestros boletos para llevarnos a nuestro lugar. Para impresionarnos (y tratar así conseguir más propina) nos empieza a decir que tomaremos un camino por que casi nadie pasa, y que en ocasiones algunos artistas pasan por ahí. Por supuesto no le creemos. Llegamos a nuestros lugares, en vez de estar vacíos como se supone hay dos mujeres ahí, les explican que se equivocaron y que sus asientos quedan dos lugares más abajo. Se van y nos dejan nuestros lugares, más cerca del escenario de lo que pensé, eran buenos lugares.

Siento la boca y la garganta secas, veo a un señor que dice vender agua, cerveza y refrescos, como soy abstemio y no tenía ganas de refresco le pregunto cuánto cuesta el agua, Me dice "Veinte pesos", poco menos de dos dólares americanos. Por un momento me sentí en el año 2589, año en el cual hay escasez de agua y su preció ha subido. Pero no, estamos en el 2007 y 600 mililitros de agua normalita me costaron veinte pesos. Pero los pago: quiero cantar y gritar, mi garganta pide a cambio un poco de líquido y se lo ofrezco, se pone feliz y me autoriza gritar durante todo el concierto.

No transcurren muchos minutos cuando las luces se apagan, momentos después salen Porl Thompson, Jason Cooper, Robert Smith y el genial Simon Gallup, abren magistralmente con la canción que también abre el Fabuloso Disintegration de 1989, para muchos su mejor álbum, me refiero a Plainsong. Continúan con otra pieza de eso disco, Prayers for Rain, sin palabras. Le sigue otro temazo ahora del The Head on the Door, A Night Like This. Empiezo a temblar de la emoción, se escucha ahora The end of the World, de su álbum del 2004, la canción a mí me gusta aunque muchos fans odian ese disco.

La cosa se calma un poco con el tema To wish imposible things, un tema triste y melancólico del Wish. Shake dog Shake se lleva la ovación de todos, aún cuando jamás la hayas escuchado era imposible no cantarla. Lo espeso de The Figurehead se hace presente, los más fieles están encantados, más aún en seguida tocan From the Edge of the deep green sea. Suena a Strange Day y después A Boy i never Knew, una canción nueva de lo que será su próximo álbum, una canción que no se sentía fuera de lugar entre esas canciones.

Los gritos, aplausos y lágrimas de todos salen en cuanto suenan las primeras notas de Pictures of You, ahí estábamos todos cantándola junto con Robert. Ejecución impecable que seguiría con uno de los momentos cumbres de la noche, Lullaby, los encendedores y voces de todos sincronizados a la perfección. Era una noche de ensueño. Siguen la gema pop de Catch, Hot Hot Hot y otra canción nueva Please proyect.

Para este momento todos estábamos rendidos ante Robert y cía, Simon Gallup soberbio y debo mencionar físicamente genial. Porl Thompson es un excelente guitarrista, al cual nunca verás en esas listas de los mejores de la historia, pero que es tan bueno o mejor que algunos de ellos.


La joya Push sonó, mientras todos nos movíamos, nadie podía estar quieto, sería una falta de respeto. Una favorita particular In Between Days me hacía gritar y cantar como demente:


Yesterday I got so old
I felt like I could die
yesterday I got so old
it made me want to cry
go on go on
just walk away
go on go on
your choice is made
go on go on
and disappear
go on go on
away from here


El palacio de los deportes parecía un mundo aparte, un pequeño país de unas 18 mil personas, en el cual Robert Smith gobernaba y en el cual Simon Gallup era su mano derecha. Just Like Heaven era el himno y nosotros fieles lo coreábamos hasta desgarrarnos.

Primary del Faith regresaba el tono más obscuro al concierto, Con Robert nunca era suficiente como indicaba la canción que interpretó a continuación, fue cuando más contacto y cercano estuvo al público físicamente, porque mental y emocionalmente creo que lo estuvo todo el tiempo. Luego Wrong Number, canción que reconozco nunca había escuchado pero que en vivo disfruté y sonó genial.

Más del Pornography, One Hundred Years, una de mis canciones favoritas de ese disco. Shiver and Shake y Disintigration terminaban la primera parte del concierto.

The Cure regresó para el primer encore. Nos mostrarían que el concierto era para los más fieles. Tal vez muchos esperaban encores repletos de los grandes éxitos de la cura, pero no fue así.

At night, M, y Play for today nos enseñaron al mejor The Cure, pero esto no acababa ahí. Interpretaron A Forest, uno de los mejores momentos de la noche si no es que el mejor. No había nada que reprocharles, Simon se desbordó en serio, acompañado a los aplausos rítmicos de todos nosotros, hasta se me puso la piel chinita. Creo que la banda en verdad lo esta disfrutando. Se fueron otra vez para regresar también, esta vez con The Holy Hour, Other Voices y Faith, tristeza y melancolía al por mayor.

Dicen (yo no me di cuenta) que esa sería la última canción de la noche, Porl ya había abandonado el escenario, pero Robert habló con Simon y fueron a convencer a Porl para regresar y complacernos con su canción pop definitiva: Boys Don¨t Cry, era momento de que todos soltáramos y ofreciéramos lo que nos quedaba. Esperaba mucho esa canción y si no la hubieran cantado me habría desilusionado, afortunadamente sí lo hicieron y pude irme en paz.


Lo único malo es que, aparte de Boys dont cry, no tocaron ninguna otra de sus primeras canciones, me quedé con ganas de Three Imaginary Boys, Killing an Arab, 10.15 Saturday Night y otras más, pero bueno ya será en otra ocasión. Eso espero. El concierto fue memorable, se lucieron e imploro que vuelvan pronto, estaremos encantados de recibirlos. Hoy tocan otra vez, mientras escribo esto deben estar interpretando ya algunas canciones, lástima que no puedo estar ahí, sólo les deseo a los que hayan ido, que, lo pasan tan bien como yo ayer.

...





Al final la camiseta ya no me importaba tanto, elegí una rápido, una no tan fea. No estaba mal. Tenía que tener algo que me recordara el concierto, y que me acompañara de regreso al mundo sin cura.

sábado, 20 de octubre de 2007

Faltan 365 días para mi cumpleaños


Lo cual significa que hoy es mi cumpleaños.


En realidad, en estos momentos sólo quedan 28 minutos del 20 de Octubre, día en el que suelo cumplir años desde que nací.


Y la verdad no es algo que me emocione ni me divierta tanto, no soy de esas personas que desde semanas antes están emocionados porque su cumple se acerca. Es una fecha que (casi) me da igual, aunque la verdad disfruto el tener un año más porque, como diría Morrissey en esa hermosa canción de Break up the Family de su primer álbum Viva Hate: "Im so glad to growolder ,to move away from those (this) awful times". No soy de los que se amargan por envejecer, al menos hasta ahora, y es que, no sé, pero el tener 32 años me parece una de las edades perfectas, igual que 47 años y 72 años. Aún me falta algo para llegar a esas edades si es que llego, como indica mi perfil ahora tengo 19 años, que no es un mal número.

El caso es que, he dejado de ser a lo que llaman "jovencito" para pasar a ser "joven" a secas, o muchacho en todo caso. Ya no puedo decir que soy adulto desde hace poco porque un año es mucho tiempo, en un año pasan muchas cosas, ya no digamos en diecinueve . Cuando nací no existían los dvd's, el iPod, el Ok Computer, la niña esa que creo se llama Dakota Fanning. Había tres Beatles vivos y los Rolling Stones ya eran viejos.

Cada día hay más personas más jóvenes que yo, antes eran pocos, ahora son muchísimos. Me dicen que debo estar más animado porque no se cumplen años todos los días, pero vamos, tampoco es 17 de Febrero todos los días y no por eso me voy a emocionar ese día.

Internet como lo conocemos ahora era algo inimaginable, y la gente con sus ataris y nes se sentían en el futuro. Mastroianni seguía vivo, Fellini también, y George Harrison igual, aunque creo que eso ya lo dije.

El día que nací seguramente muchas personas murieron y muchas otras nacieron, me pregunto si algún día conoceré a alguno de ellos.


Bueno, me voy, queda un minuto del 20 de Octubre, el día de mi cumple.



Por cierto, busqué una foto de un "19" y lo primero que encontré fue la camiseta de Messi, ah y una foto porno de una chica de 19 años también, pero esto es un blog familiar así que pongo la del futbolista.

jueves, 18 de octubre de 2007

Pequeños detalles que joden la vida


-Que se rompa la cosita de en medio que sostiene a los cd's en la caja. Sobretodo si el disco es nuevo y ya venía así. (Ver la foto de a lado para saber a que "cosita de en medio" me refiero".

-Que compres palomitas de maíz y estén frías. Las palomitas para disfrutarse en su totalidad, deben tener una temperatura superior a los 12º.

-No encontrar el control remoto de la televisión, sobretodo si la búsqueda dura más de treinta segundos

-Que tes estés bañando y el agua se ponga fría.

-Que en la tele por fin pasen tu película favorita pero a las ocho de la mañana.

-Cruzar toda la casa para contestar el teléfono y que justo al llegar deje de sonar.

-Olvidar que dejaste calentando agua en la estufa por cuatro horas.

-Cortarte de más una uña y tener un dolor insoportable por varios días.

-No encontrar un par de calcetines iguales y tener que luchar porque nadie se dé cuenta.

-Comprar una cosa de un color que no te gusta sólo por ser incapaz de esperar un poquito más para que llegue del color que te gusta.

-Ponerte una camiseta con una etiqueta que pica y da comezón.

-Comprar algo y después ver que en la tienda de a lado estaba más barato



Yo he vivido cada uno de los puntos anteriores, son aparentemente insignificantes pero en conjunto logran arruinar existencias como la mía. Seguramente ustedes saben a qué me refiero, y quizás han sido víctimas de las mismas situaciones pequeñas, o de otras.

Muchas de ellas son recurrentes, como el de las camisas con etiquetas que pican. Hace poco una marca tuvo la genial idea de hacer camisetas sin etiqueta, algo que nadie había pensado antes, los hombres ya nos habíamos acostumbrado a ellas, empezábamos a olvidar que picaban porque ya habíamos desarrollado un especie de callo que nos hacía inmune a ellas. Y es peor si intentas recortar las etiquetas, porque quedan piquitos de la etiqueta aún más dolorosos.

Una que no me ha pasado afortunadamente, pero que me inquieta el saber que puede ocurrir, es ir a la iglesia y que te pongan a leer un pasaje de la biblia. Por suerte no he ido en años a la iglesia, pero el hecho de ponerme a leer algo en la iglesia me da mucho miedo y nervios. Una disculpa a las monjas y cardenales que me están leyendo.

lunes, 15 de octubre de 2007

Pretextos estúpidos


Ahhh, adoro los pretextos, son junto con los taparrabos de las cosas más divertidas que hay. Todos alguna vez hemos utilizado alguno. Están los comprensibles y coherentes, pero ahora nos centraremos (centraré más bien) en los estúpidos.


Una vez un individuo de mi escuela al ser cuestionado por no haber llevado la tarea, argumentó que sí la había hecho, pero que se le cayó y que su perro en ese momento pasaba por ahí y la orinó. Estaba tan nervioso que ni él mismo podía pensar que alguien le iba a creer. El pretexto fue tan estúpido que a todos nos dio una sensación de entre lástima y pena ajena, incluyendo a la maestra que simplemente le dijo tratando de disimular su sonrisa "Ah, sí. Que no vuelva a pasar".


Esta misma persona que mantendré en el anonimato, para no hacer pública su lamentable trayectoria de ridículos, también en una ocasión, al ser cuestionado por el “mismísimo” director de la escuela por una maqueta que, se supone. debería haber hecho pero no hizo, dijo "Sí la hice licenciado, aquí la traigo en mi mochila". Bien, cabe aclarar que en su mochila de los caballeros del zodiaco obviamente no podía caber una maqueta del sistema solar, pues bien, el tipo llevando su mentira al máximo puso su mochila sobre la mesa y se puso a "buscarla" ante la mirada atónita de todos los que estábamos ahí.

Todo el salón estaba callado, el director y la maestra ponían atención a sus movimientos. No puedo asegurarlo pero creo que todos pensábamos que el chico había perdido el juicio, tan fácil que hubiera sido admitir que no la hizo, pero no, tal vez en su retorcida mente imploraba por un milagro, como que en ese momento temblara o que ocurriera un incendio para que todos evacuáramos. O que repentinamente y por obra de de un error o colapso del universo una maqueta apareciera en su mochilita. Bueno, nada de eso pasó y el individuo se volvió el tema de charla a la hora del descanso por cerca de un mes.

Un pretexto que yo usaba mucho cuando llegaba tarde a la escuela era el clásico “Es que había mucho tráfico”, (que por cierto, alguna vez creo que leí que es incorrecto decirlo así, que la manera correcta es decir había mucho tránsito, pero ni estoy seguro ni esto se trata de un blog de correcciones del lenguaje, así que siga leyendo esta horrible entrada) pero lo raro es que a pesar del “tráfico” yo era el único que llegaba tarde, mala idea argumentar eso cuando la realidad es que nunca he podido dormir ni despertar temprano. Creo que rompí una marca escolar, sin exagerar creo que en el último año de prepa habré llegado unas ochenta veces tarde, no por nada tuve cincuenta y siete faltas en matemáticas que era una de las clases que tenía a primera hora, y por eso ahora estoy en extraordinario. Snif.

Una de las ventajas de vivir en una ciudad en la que hay muchas protestas y marchas (cosa muy respetable) es que, las puedes usar como pretexto para cualquier cosa. ¿Llegaste cuatro horas tarde a tu trabajo? Échale la culpa a las marchas. ¿Llegaste con una hora de retraso y sin bañarte a tu boda religiosa? Échale la culpa a las marchas. ¿No pagaste a tiempo la luz y el agua? Échale la culpa a las marchas. ¿Te orinas mientras duermes? Échale la culpa a las marchas. ¡Nunca Falla!

Están también los insensibles y crueles que hasta inventan la muerte de abuelitas con tal de no ir a trabajar un día, o los que se niegan a trabajar por un simple resfriado. Nunca entendí a los que faltaban a la escuela por tener gripa, me parecía de lo más ridículo, jamás falté a la escuela por una gripa. Faltaba mucho a la escuela (de hecho hasta me hice célebre por ello) pero no iba porque me daba flojera o porque no me apetecía, no por una simple gripa como algunos.

Cuando un equipo de futbol pierde, así sea por ocho goles, nunca admiten que jugaron mal, siempre culpan al árbitro, o en su defecto al terreno de juego. Pardiez, la mayoría de los aficionados o jugadores amateurs al igual que ellos seguramente antes de ser profesionales, jugamos en canchas de cemento o hasta en la calle y no lo ponemos como pretexto. Además en dado caso la cancha es algo que perjudica a ambos, salvo en el caso de que juegues de visita y el local ya esté acostumbrado a las malas condiciones del campo. Pero vamos, los futbolistas tienen zapatos especiales, ropa comodísima, protección, buena alimentación, ganan muchísimo dinero etc. ¿de qué se quejan?, además tienen un trabajo divertido. Son además una de las profesiones en la que más se quejan de sus condiciones, yo jamás, por ejemplo, he oído que una secretaria o escritor le echen la culpa a su silla de un mal desempeño, o que una maestra no enseñe bien porque su pizarrón no es lo suficientemente grande.

Por cierto, no había actualizado mi blog en cinco días, pero no fue por mí, fue culpa de las marchas.

miércoles, 10 de octubre de 2007

Entrada Improvisada




Generalmente para la creación de una entrada en un blog, primero se debe tener una idea más o menos clara sobre algún tema del qué escribir. Así, antes de escribir se debe elegir algún tema o cosa para desarrollarla y publicarla.


Pues bien, para esta entrada no he hecho eso, las siguientes líneas son pura improvisación, mientras escribo esto no tengo ni la más remota idea sobre qué escribiré en unos instantes, de eso se trata, así que veamos que tal sale.

Inicio de la improvisación.



No entiendo porque a los textos publicados en el blog se les llama "entradas", no veo ningún tipo de relación entre esa palabra y el hecho de publicar algo. Bien pudieron haberle puesto "salidas" o "pentágonos" y daría lo mismo porque tampoco tienen mucho sentido.


En estos momentos estoy escuchando a una banda a la que alguna vez odié, pero me he dado cuenta de que tienen grandes canciones. Me refiero a Oasis, que si bien algunas de sus canciones son copias de algunos otros grupos también tienen grandes temas, como Live Forever, canción que escucho en estos momentos. Además los Gallagher tienen gustos musicales parecidos a los míos, les gustan The Beatles, The Jam, The Smiths y otras bandas que adoro. Sus dos primeros dos álbums son maravillosos, luego con el tercer álbum perdieron un poco el rumbo el cual no recuperarían del todo hasta sus últimos dos discos. Creo que el próximo año sacarán un nuevo disco, espero que sigan con el buen nivel del Heathen Chemistry (en el que colabora el gran Johnny Marr) y Don't Believe the Truth. De todas formas creo que el lugar de mejor banda de los noventas corresponde a Pulp, lo digo por los álbums que sacaron en esa década, porque la banda surgió a finales de los 70's, pero la fama lo obtuvieron hasta bien entrados los noventas. A veces me pregunto que Jarvis Cocker por la falta de éxito bien pudo disolver la banda en los ochenta. Afortunadamente no lo hizo.


Muchas veces me he plantado la inutilidad de las mayúsculas, la mayoría de las veces son completamente irrelevantes. Me refiero a que, a diferencia de las tildes o de los signos de puntuación, las mayúsculas no cambian en nada las cosas. Por ejemplo "María" se pronuncia igual que "maría" o "México" se pronuncia igual que "méxico". Las mayúsculas en estos casos son inútiles, sólo sirven para adornar un poquito las cosas. Las mayúsculas entonces sólo sirven tal vez para hacer más énfasis en las cosas, ustedes habrán notado que en algunas de mis entradas uso en algunas palabras las mayúsculas. Aunque también está las personas que escriben todo en mayúsculas, casi todos para así justificar el no poner acentos (tildes), usan las mayúsculas para disimular su mala ortografía.


La bandera de Japón me gusta, minimalista, si no fuera la bandera de Japón estoy seguro de que alguna empresa la tendría como logo, quizás alguna compañía de tenis o de ropa deportiva en general.


Una vez un perro me mordió y se quedo prensado cual piraña a mi brazo, era tanto su empeño en la mordida que levante el brazo y el perro seguía aferrado a él con la mandíbula. Por suerte sus dientes no perforaron mi piel.


No uso ningún tipo de pulsera o collar, tampoco reloj, de niño me gustaba mucho traer reloj, de hecho siempre en mi cumpleaños o en navidad quería uno nuevo, pero un día me di cuenta de que había cosas más importantes que pedirle a Santa Claus, así que dejé de pedir relojes, y cuando se descompuso el que usaba decidí ya no usar ninguno más, de todos modos siempre habrá alguien en el mundo con reloj a quien pedirle la hora.


Odio cuando estoy leyendo algo en internet y que justo cuando estoy leyendo la parte inferior derecha se abra un cuadrito del messenger avisándome que alguien se conectó impidiendo que siga leyendo por cinco segundos.


Me cae bien Britney Spears.


Hace más de dos años tenía un blog, en su momento me parecía bueno, pero hoy en día lo veo y me da pena, sobretodo porque mi ortografía era pésima, y aunque hoy dista de ser perfecta sí ha mejorado un poquito.

Antes de usar un plato o un vaso los huelo para asegurarme de que estén completamente limpios, casi siempre lo están por suerte.


No conozco a nadie que haya ido a Hong Kong, no conozco a nadie que se haya ganado algún premio importante en algún sorteo o rifa, a veces creo que la lotería y los sorteos se autos y casas son un fraude, por eso nunca he participado en uno. Prefiero comprarme un jugo, al menos es algo seguro.

Me divierte mucho cortarme las uñas, como soy diestro se me complica un poco cortarme las uñas de la mano derecha, pero siempre lo hago bien.


En la entrada de eufemismos (películas "para adultos") olvidé mencionar el eufemismo de referirse a los negros como "gente de color". ¿A poco si soy blanco no soy de color también?, Si los negros son "personas de color", ¿Hay gente transparente?.


En mi casa hemos comprado como cuatro veces la discografía completa de los Beatles, pero siempre se rayan, se pierden o se rompen, ahora mismo he de tener sólo como cinco de sus discos servibles. El Abbey Road entre mi padre y yo lo hemos comprado ya como siete veces, y siempre pasa algo para que lo compremos otra vez.

Ayer consumí mucho café, sólo fue una taza grande pero fue mucho café porque le puse tres cucharadas grandes y repletas de café soluble, creo que no lo volveré a hacer, ya me lavé varias veces los dientes pero todavía me queda el saborcito del café en la boca. Hace mucho que no bebía café, como tres meses, había decidido dejarlo.

Fin de la improvisación.

domingo, 7 de octubre de 2007

La tienda de cajas


No suelo observar lo que ocurre cerca de mi casa, es algo que no me interesa mucho, es por ello que no noto si algún vecino tiene nuevo auto, si creció un nuevo pino en la calle o si Paulina Rubio es mi nueva vecina.

Pero hace tres días me percaté de algo extraordinario, prácticamente insólito, algo que cambiará mi vida para siempre. Me refiero a que cuando regresaba a mi casa después de caminar un rato por el parque me di cuenta de que a escasos metros de mi casa hay una nueva tienda de cajas. Lo primero que hice al ver esa tienda de cajas de cartón fue lo siguiente:









Así es, no hice nada. Me quedé perplejo ante semejante cosa. Una tienda de cajas es algo que jamás me hubiera imaginado. No exagero al decir que una tienda de vómito de rata me habría sorprendido menos. Y es que no me imagino a alguien comprando cajas.

Porque además se ve que no tienen muchos clientes, hasta me dieron ganas de comprarles una caja, pero me imaginé la situación y reculé en mi pasos. A ver, entro y les digo "Hola, ¿ me da una caja por favor?", no tiene sentido, alguien como yo no tiene cara de querer una caja, lo detectarían al instante gracias a sus años de experiencia en materia de cajas de cartón.

Y es que si expandieran el negocio y vendieran otra cosa sería mejor, podrían vender qué se yo, hojas de papel o lápices y tendrían más clientes. Porque vamos, cajas en cantidades fuertes sólo las querrían personas que se van a mudar a otro vecindario, y eso no es algo común, debe pasar sólo una vez al año en el mejor de los casos. Y lo único que les queda son personas que compren una o dos cajas para guardar ropa o para enterrar a un perro difunto. ¿pero cuánto cuesta una caja?, no sé, pero no creo que cuesten más que un kilogramo de jitomates. Es por ello que (ojalá me equivoque) el negocio de cajas no durará mucho.


De hecho no entiendo porque decidieron invertir en cajas, pudieron haber invertido en alguna tienda se juguetes sexuales y les iría bien creo yo, pero no, decidieron apostar por las cajas de cartón.

Un día quiero entrar y ver si tienen repisas con cajas pequeñas, si tienen cajas para guardar otras cajas o si tienen maniquis con cajas en la cabeza. Veré si venden televisiones (por eso de que la t.v. es la caja idiota) y veré si todo encaja.

Una tienda de cajas, me pregunto qué sigue...

viernes, 5 de octubre de 2007

Soy un marica

Marica= Cobarde ¿ok?


Debo reconocer que hay una cantidad enorme de cosas que me dan miedo o a las que le tengo fobia. Algunas son hasta cierto punto comprensibles, ya saben, miedo a las sierras eléctricas encendidas, miedo a los asesinos seriales y cosas del estilo. Pero también le tengo miedo a cosas que hasta podrían parecer ridículas, así que al leer esta entrada podrían sentir un poco de pena ajena por mí, cosa normal, no se preocupen.





Una de las cosas a las que le tengo más miedo es al mar, si lo veo en fotografías, videos caseros, o en alguna peli de bajo presupuesto no tengo mucho problema, pero al ir a la playa me da un miedo inmenso meterme al mar. En parte porque todos los animales acuáticos me causan terror (excepto los delfines), y porque siento que una ola me atrapará y me llevará mar adentro, y es que, morir ahogado no es precisamente uno de mis sueños. Por otra parte, a diferencia de otras personas, no me gusta mucho ir a la playa, mi piel no se lleva muy bien con el sol, es por ello que en lugar de broncearse se pone roja y arde. ODIO con toda mi alma untarme bronceador o bloqueador solar, odio de hecho ponerme cualquier tipo de crema. La única cosa que le veo positivo a la playa son las chicas en bikini, pero misteriosamente cada vez que voy a la playa en vez de ver a salvavidas en bañador rojo o a norteamericanas "liberales" lo que encuentro son decenas y decenas de ancianos. En verdad, siempre que voy a la playa está lleno de ancianos, ni un joven, únicamente ancianos. Exagero un poco pero hay algo de cierto, aunque el hecho de que haya ancianos tiene una ventaja: Tranquilidad. Porque hasta ahora no he visto a ningún viejo escandaloso o violento.





Otra cosa que me da profundo temor son (en general) los juegos mecánicos, si acaso tolero el carrusel y quizás los "carritos chocones", pero esas cosas de montañas rusas y demás estructuras infernales simplemente me paralizan. Lo peor es cuando vas en compañía de otras personas a parques o ferias donde hay este tipo de "juegos", porque da la casualidad que MUCHAS personas disfrutan ir en picada a 60 kilómetros por hora, y si no te subes quedas mal. Pues a mí no me importa quedar mal, simplemente me niego rotundamente a subirme a estas cosas. Sólo una vez, hace como seis años, me subí a una montaña rusa, por suerte no era la gran cosa, era una bastante normalita (nada de vueltas de 360 grados o locuras así) , y no lo volvería a hacer. Ni hablar de los juegos mecánicos que son peores que la montaña rusa, yo paso.


Los reptiles son otro de mis miedos, aquí no hay ninguna excepción TODOS los reptiles me causan asco, repulsión y terror. Las serpientes, las iguanas, las lagartijas, sapos, todos, pero sobretodo las salamandras. Esa consistencia húmeda y sus colores hacen una combinación de miedo. Hay gente que hasta las tiene de mascotas y todo, pudiendo tener un hamster o un perrito eligen una salamandra, deben estar locos.



Pero lo anterior no tiene comparación con el mayor de mis miedos, el más terrorífico de todos, presente en mis peores pesadillas:







Hasta me da miedo escribir sobre ellos, mis deditos tiemblan cada que presiono una tecla al escribir: LÉMURES. Esa mirada penetrante y satánica , retadora y parecida a la de un psicópata, es lo que más me causa temor. Cuando voy a un zoológico finjo un dolor de estómago cuando nos acercamos a los lémures y huyo hacia otro lugar. Si me dan a elegir prefiero besar a un león que a un lemur, sin dudarlo. Su cola bicolor es otro elemento que me mantiene traumatizado. Como ya dije han protagonizado varias de mis pesadillas, en una de ellas toda la humanidad tenía cabeza de lemur, iban de traje y con el cuerpo normal pero con cabeza de lemur. En otro sueño un lemur hembra intentaba seducirme y yo me alejaba de ella, pero persistía y me abrazaba con su pelaje áspero y mal oliente. En otra pesadillas en un programa de concursos me obligaban a comerme a un lemur enorme vivo, por suerte desperté.


Y no sigo hablando de estos animales que no quiero atormentarme, mejor cuéntenme a qué cosas le tienen miedo ustedes.


Nos vengaremos de ti Joyrider, somos tu peor pesadilla, sentirás nuestra furia

jueves, 4 de octubre de 2007

Gritar

Tenía un borrador acerca de gritar desde hace unos días, no me gustó mucho porque no pude darle la forma que hubiera querido, es un ensayo más bien malito, pero tengo que publicarlo para que me deje de atormentar, quiero deshacerme de él porque no puedo sacarlo de mi mente, y la única forma que hay de hacerlo es publicarlo. Ustedes disculpen, no tienen mucho sentido, es incongruente y sin pies ni cabeza, pero bueno, muchas cosas lo son.



¿Por qué la gente grita?

Gritar es de las cosas más primitivas que conserva el ser humano. Ya tenemos un lenguaje con miles de palabras pero un “aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaarghhhhh” nunca desaparecerá.

Encuentro que la gente grita cada día por motivos más estúpidos. En la época de las cavernas, supongo, que la gente gritaba por ejemplo para ahuyentar a animales peligrosos y salvajes, o para alertar a los demás de un peligro inminente. La cosa es que hoy en día la gente grita incluso porque una abeja se introdujo a la habitación. Y con todo respeto, no tienes cara de polen como para que te le “antojes” a una abeja, así que no te preocupes.


Y bueno, no los culpo porque en una situación de miedo o de pánico gritar es de lo más fácil, como en la escena emblemática de la ducha en Psicosis. Imagínenselo, estás desnuda tomando un baño caliente pensando en qué te gastarás 40 mil dólares cuando de pronto alguien entra con un cuchillo dispuesto a matarte. En ese momento no creo que a nadie se le ocurra decir “Por favor, alguien llame al 911 que me quieren matar”, no, eso nunca sucederá, lo más natural es soltar un “AAAAAAAAAAAAAAAAAA” lo más agudo posible.

Todos identificamos y relacionamos los gritos con su respectiva emoción u objetivo, es difícil que nos equivoquemos. Me refiero a que un grito de miedo es muy diferente a un grito de placer o un grito de alegría, en sí no importa lo que pronunciamos sino CÓMO lo pronunciamos. Algo sin sentido que entendemos todos, contradictorio pero cierto.

Es por ello que un simple “Aaaarrrrr” puede sustituir una frase larga como “Ya cállate imbécil”. Y bueno, puede ser que no me entiendan porque es muy difícil cuando se trata de explicar una pronunciación con letras pero en fin. Lo que creo es que se debería tomar muy en serio el, por ejemplo, incluir cosas como “Aaaaaaargghhhh”, en el diccionario.

Es increíble –y bastante común- gritar aunque tengamos a la otra persona a escasos centímetros, de hecho si se está en público el gritarle a tu acompañante es una clara invitación a que todos empiecen a espiarlos y apreciar el ridículo que están haciendo, gritar puede ser una invitación a ser espiado.

Están también las personas que hablan muy fuerte, y que cuando tú hablas al mismo tono que ellos te reclama “No me grites”, pero que si tú les hubieras dicho lo mismo ellos habrían respondido “No estoy gritando, así es mi voz.”

Por cierto, ahora al final debo aclarar que este post va acerca de los gritos sin sentido, porque también están los gritos de palabras comunes y corrientes, como cuando la gente grita “Gol” en un estadio o cuando te pegas con una mesa en el dedo chiquito del pie y te pones a gritar un repertorio de groserías en Do mayor.





Pues ahí lo tienen, esto era un borrador y tal vez debió quedarse como tal, pero como les decía tenía que publicarlo. Por mi mente pasaban frases como "Tienes que mejorar ese ensayo, apesta" e intentaba hacerlo pero era tan malo que no podía. Así que publicándolo creo que sacaré esos pensamientos de mi mente.

martes, 2 de octubre de 2007

A correr se ha dicho

Primer post de Octubre, mi mes favorito. En realidad, para mi la mejor parte del año comienza en Septiembre, los meses finales del año siempre han sido mis preferidos, debe ser por el clima un poco más frío y porque hay muchas festividades que hacen posible faltar a clases, aunque en mi situación actual esto último es irrelevante: No voy a clases hace casi tres meses. Esto es el paraíso.

Pero el no ir a la escuela tiene también tiene sus desventajas, y no me refiero a eso de "Es terrible estar sin estudiar no hay nada como ir a clase y aprender, y bla, bla, bla...", sino al hecho de que mi actividad física se reduce a ir al baño y a la cocina para después regresar a la cama. Y estoy consciente de que esto no puede seguir, porque me he dado cuenta estas semanas de que estar acostado también cansa. Así es. Estar tirado en la cama viendo televisión y conectado a internet es algo más difícil de lo que parece, ya siento un ligero dolor e la espalda, y después de unas horas los ojos se me irritan.

Es por ello estimados lectores, que he decidido que a partir de mañana iré a correr a un parque que queda cerca de mi casa, intentaré hacerlo cinco días a la semana, espero esta vez lograrlo, y digo "esta vez" porque lo intenté hace como un mes, pero sólo fui dos días y me rendí. Esta vez pondré más empeño.

Lo más difícil será despertarme temprano, quiero ir a eso de las diez de la mañana para que no me toque el infernal sol de las doce, será una misión difícil porque últimamente me duermo más o menos a las cuatro de la mañana y me despierto a las once y media. Es divertido estar viendo tele y escuchar música en la madrugada, sí, pero tarde o temprano tendré que dejar ese hábito y será mejor eliminarlo paulatinamente que hacerlo de un día para otro como comúnmente lo hago.

He elegido correr sobre otros ejercicios porque me parece el ejercicio más digno dadas mis condiciones, considero que alguien como yo se vería ridículo haciendo lagartijas o sentadillas, no digamos ya saltar la cuerda o haciendo aerobics... Utilizaré mi táctica de siempre: Correré hasta cansarme, cuando eso suceda caminaré hasta recuperarme y después volveré a correr hasta cansarme y caminar de nuevo. Así por poco más de una hora.

Servirá también para que pueda respirar el aire limpio y fresco de la ciudad de México (ja) y despeje un poco mi mente, espero que no haya mucha gente y que no haya personas en bicicleta porque siempre me da miedo de que me vayan a atropellar.


Deséenme
suerte.