jueves, 29 de septiembre de 2011

29. "Live Forever" - Oasis

Del álbum Definitely Maybe (1994)

La muerte de dos familiares (una a principios de año y otra hace unos días) hicieron que cayera en cuenta de una idea aterradora. No existe una sensación contraria a la que viene con la partida de un ser querido. El antagonismo establecido indica que contra la alegría está la tristeza, pero en situaciones de esta naturaleza no existe un polo opuesto que de algún modo pueda compensar un cúmulo de emociones de difícil descripción. Ver cómo lo anterior provoca llanto, temblores y lamentos en las personas se convierte en un espectáculo poco recomendable si lo que se quiere es pasar una tarde tranquila.

Y este antídoto, que la naturaleza de la vida cotidiana no ofrece, puede encontrarse en la música. No en toda, claro está, sino en unos cuantos intérpretes que han lanzado material digno de levantar el ánimo como si de magia se tratara.

Topé con Oasis en un periodo complicado en el que no encontraba motivaciones. Por su gran popularidad tuve noción de ellos desde una edad temprana. Si me tardé en apreciarlos (casi hasta mediados de los 2000) fue por prejuicios. No podía a escuchar a una banda que le copiaba a mis queridos Beatles sin que me sintiera un traidor. Veía en los Gallagher la figura de un par de oportunistas que llegaron al éxito apropiándose de material ajeno para venderlo entre escuchas que, por juventud, no alcanzaban a percibir la magnitud del robo involucrado.

Tuvieron que irme ganando de a poco. Llegó el tiempo en el que, a escondidas, ponía algunos de sus temas, sin reconocer públicamente que me gustaban. Hablo de "Wonderwall", "Songbird", "Little By Little", "Stand By Me"... vamos, las típicas que veneran los escuchas casuales. Tuvo que pasar todavía un tiempo para que llegara el golpe crucial que significó "Don't Look Back in Anger", presente en una recopilación del MTV Unplugged que había en casa. Sin darme cuenta, empecé a sentir aprecio por ella, la repetía como a ninguna otra de las contenidas en ese disco y pronto admití que aquello era obra de un tipo que no era un simple ladrón de riffs, sino de alguien que llevaba dentro el don de la emotividad.

Con cierta resignación acepté la derrota y fui a comprar (What's the Story) Morning Glory? Qué puedo decir, caí ante sus encantos. Recapacité del error en el que estuve durante años, y aunque sigo comprendiendo a sus detractores (porque fui uno de ellos, usando varios de los mismos argumentos de los ahora me aparto), lamento que mucha gente se los pierda por detalles que, en el fondo, no tienen tanta importancia como parece. Sería una necedad negar la manera en que Oasis utiliza recursos ya antes vistos en sus ídolos y que la mayor parte de su trayectoria no ofrece innovaciones que revolucionen las artes y las técnicas de grabación. Eso es evidente, pero lo que ofrecen tienen que ver con asuntos más importantes, menos objetivos y por tanto complicados de explicar. O no tanto, pasa es que es imposible convencer a los críticos desde esta trinchera. Si he aprendido algo en estos años es que las cosas te enganchan o no. Y no hay nadie que pueda hacerte cambiar de opinión, incluso los intentos de hacerlo solo consolidan tus opiniones.

De cualquier forma, los Gallagher tenían la vitalidad y confianza que yo necesitaba a los 16 años. Sin ser un aficionado a géneros como el gótico, he sido siempre proclive a música, digamos, taciturna. Por entonces escuchaba a Joy Division y de cierto modo empecé a notar que influían en mi estadio de ánimo. Ian Curtis era triste y la belleza de sus canciones estaba invadida por cierta frialdad que terminó por afectarme. Así que los dejé, caí en cuenta que no era un grupo para escuchar a diario y que, si lo hacía, corría el riesgo de convertirme en uno de esos muchachos que utilizan seudónimos depresivos por internet y que pintan rosas negras en sus cuadernos.

Y ahí fue cuando hizo aparición Definitely Maybe, y en específico "Live Forever". Ya con la apertura titulada "Rock 'n' Roll Star" se ganaron mi respeto. Era su álbum debut y lejos entrar con humildad, sentían el orgullo de ser unas estrellas del rock. Lo tuvieron difícil para conseguirlo, así que cuando estuvieron ahí lo aprovecharon al máximo. Eran unos tipos ansiosos por alcanzar el olimpo y que jamás ocultaron sus intenciones de ser la banda más grande del mundo. Y de cierto modo lo eran, porque creían en ello. Ese es uno de los valores presentes en Oasis que suelen ignorar los expertos musicales de boinas y Mac: la importancia de creer en uno mismo, la determinación, el esfuerzo.

Hay miles de compositores más versátiles que Noel y vocalistas con mayor inteligencia que Liam. Pero conozco a pocos que puedan llegarle al entusiasmo y corazón que pusieron en su primer disco. Era eso lo que yo requería, canciones que me hicieran sentir "Supersonic", que me hicieran preocupar menos por el futuro como hacía "Cigarettes & Alcohol" o que me hicieran sentir la pasión de "Slide Away".

Bué, y "Live Forever", qué puedo decir. Luego de escucharla los amé. Ahí noté la diferencia entre Oasis y la mayoría de las bandas que generalmente están más preocupadas por demostrar cuán virtuosas son o lo "atormentado" que es su líder. No, estos ingleses que tuvieron una infancia sin comodidades eran capaces de expresar que deseaban más: que, a pesar de todo, querían vivir para siempre.

Se les acusa de ser arrogantes sin advertir que son de lo más considerados con sus fans. Son cercanos, autores de temas sencillos y cotidianos con los que resulta fácil identificarse. Aunque "Live Forever" esté dedicada a su madre, en ella caben todos sus seguidores; a diferencia de otros letristas, Noel hacía que te sintieras identificado. El we see things they'll never see, you and I are gonna live forever fue un alivio en una época en la que nadie parecía notar por lo que atravesaba y en el que no encontraba a una persona que me motivara. Tener ahí una canción en la que la estrella de rocanrol me decía que era justo como él, supuso el punto de partida para una renovada manera de afrontar el día a día.

Oasis fue más que sonido de fondo. Para mí fue una terapia. Su mensaje positivo me agarró antes de que algún grupo suicida lo hiciera. Son como amigos para mí, por eso los quiero más de lo que los admiro. Sí, era por su determinación. Porque creían en lo que decían, por disparatado que fuera. Una vez leí una cosa muy cierta: escuchando el Definitely Maybe uno puede sentirse invencible. Se lo compras. Con esta composición pasa eso, al menos por unos segundos puedes sentir que tú y los tuyos vivirán por siempre. Tienes que créeselo a Liam por esos gritos finales. Es precisamente esa sensación pasajera la que creo se antepone a la que se da en los funerales.

Por nada hay dejarse caer: But now is not the time to cry, now's the time to find out why...




3 comentarios:

Memmis dijo...

Alguna vez lo dije, creo que son la única banda que me conmueve cada vez que los escucho.

Un abrazo, no sé qué decir cuando algo así pasa.

Bigmaud dijo...

Es que tú también ves cosas que nadie más ve.

Anónimo dijo...

me paso lo mismo, 3 familiares han fallecido en un año! el primero de los tres fallecio fines del 2011! el era fanatico de ellos! despues de lo sucedido empece a escucharlos, desde ahi, me cambio la vida, live forever es mi cancion lema para esta vida! la escucho todos los dias, me cambia el animo rotundamente! abrazo