martes, 24 de julio de 2012

En todas partes


Soy perseguido en las casualidades, en las coincidencias. Ahí a donde yo vaya, encuentro el milímetro de una capa que remite a lo que he intentado olvidar. Llego a lo que he dejado atrás por medio de laberintos que llevan al lugar de donde partí. En las paredes, en los anuncios, en los pisos, en los vacíos, en las puertas, en los cubiertos, en las mañanas, en las piedras, en las sobras de la comida, en el hilo que sostiene los botones de un abrigo, en los vasos rotos de la cocina, en las palmeras, en el detergente de uva, en la escoba, en las marcas de una llanta, en las esferas, en el sueño, en el recorrido, en el ventilador, en el asta de la bandera, en el botón del elevador, en el triciclo del abuelo, en la muralla de Marruecos, en la sonaja de un bebé condenado al fracaso, en la chimenea de Santa, en la cinta métrica, en el riachuelo al borde del cielo, en la cámara, en el encanto de tu ventana, en el anillo rechazado, en la manivela, en la puerta del auto, en la cita con el dentista, en la revuelta, en el periódico de izquierda, en las cenizas, en el cobertor, en la torre de naipes, en las luciérnagas, en la historia del automovilismo, en la camisa, en el lápiz labial violeta, en las alhajas, en las muletas, en el desierto, en un tornado, en un infierno, en las estelas, en el vagabundo, en el saber, en la soledad, en los rodeos, en los miedos, en las libélulas, en la fauna, en la calleja, en la canasta de frutas, en el terreno baldío, en la cuñada, en la la libreta, en la estatua, en el camello, en los mapas, en los repelentes para insectos, en la sopa, en una fotografía instantánea, en los orgullos, en una nube con forma de ganzúa, en el aire, en la vista al océano, en los útiles escolares, en los quesos, en la materia, en tu cerebro, en el examen pasado, en los recuerdos, en el sonido de la guitarra, en un novillo, en el lugar, en un periódico, en la espuma, en una copa, en un molino, en el fuego, en la ducha matutina, en un felino, en la llamarada de un volcán, en el disparo de un arco, en la sed, en las peceras, en los escuchas, en la onda corta, en el callejón sin salida, en el dolor, en la estación del sur, en la parte de atrás de un control remoto, en una lata a medio llenar, en el funeral de un pez, en la jaula, en los ramos, en los zapatos de una sirvienta, en la cantimplora de una niña, en el recorrido de una prueba de atletismo, en la estafa, en los búhos, en el sombrero, en la ansiedad de un silencio, en las clases de francés, en las palabras que no tiendo, en las marcas de bronceado, en los terrenos de mil metros cuadrados y en los que miden menos; en todo te recuerdo, miro a los lado donde está el frente y giro para seguir viendo lo mismo, donde siempre está lo que deseo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿En dónde has estado toda mi vida?

…pensé en preguntarle al gato guardián de librería- con los ojos muy verdes- (gato de un joven parecido al che); pero no dije nada, el gato sabía… o quizá no. Pagué $50 por un Robur de Verne, edición 1972. El “che” se me quedó viendo como desconcertado y me preguntó ¿Por qué Verne? Le respondí casi seria: pregúntale al gato…
Saludos,
posiblemente yo.
´Inclasificable´ ´(mitad) Ficción´