lunes, 21 de junio de 2010

Número equivocado

Cuando era niño me preguntaba porqué la sección amarilla tenía tantas páginas. De esos cientos de hojas a lo mucho me interesaban una o dos. El resto, pensaba, eran completamente prescindibles y deberían ser eliminadas. Luego comprendí que lo que yo consideraba inútil, le servía a alguien más. También que, quizás lo que para mí es importantísimo, era lo que otros consideraban relleno. Fue entonces cuando comprendí que cada página de aquel mamotreto era vital. Sus creadores no podían pararse a mandar versiones personalizadas que nos sirvieran para ahorrar espacio. Lo adecuado era encapsular todo en un mismo volumen para que nosotros nos encargáramos de encontrar aquello que es adecuado para nosotros.

Así es la vida. El mundo está lleno de personas que nos importan un pepino; debemos tolerarlas solamente porque somos conscientes de que que son importantes para alguien más. Del mismo modo, nosotros somos completamente innecesarios para ellos, por lo que debemos pactar la tregua de la convivencia.

El chiste es buscar y encontrar (como en el directorio) a quienes realmente valen la pena.

6 comentarios:

oasistyle dijo...

Es correcto.. aunque hay algunos que merecen ser tachados de la lista por aquello de "en verdad ya te di oportunidad y no me sirves"

A.U dijo...

Eso último es lo dificil, cuando necesitas algo, marcas al número y si hay promociones te avisan, si no te sirve ni marcas.
Hay personas que llegan a la vida de uno como si fueran lo mejor y al final resulta que era un 'producto' caduco

Jorge dijo...

Lo malo de las guías es que algunos la usan para llamadas publicitando sus malditos productos.
jode que te llamen a las 7 de la mañana un domingo para ofrecerte sus pinches productos :S

Pixie dijo...

Cómo yo?

jeje, saluditos!!

nayeli dijo...

claro!1
que siii eso es todo =)

cada quien tiene su cada cual ^^

Bigmaud dijo...

Pau: Sí, las decepciones están a la orden del día.

E.S.E.: Y por el contrario, las personas más extraordinarias llegan a nosotros sin proponérnoslo ni esperarlo.

Jorge: Hay casos todavía peores, como los extorsionadores telefónicos que los usan como menú de víctimas.

Picsi: Quizás, quién sabe.


Nayeli: Excepto yo.