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Lost in Translation (2003) - Bill Murray es uno de mis actores favoritos. Desde que lo vi en Ghostbusters quedé enganchado a su personalidad cool. Los años han pasado, ahora es un viejo no-acabado que sigue dando actuaciones memorables. En esta cinta lleva una relación extraña con Charlotte (el personaje interpretado por Scarlett Johansson). Vemos cómo un actor famoso (Bob Harris) queda prendando a la única persona de su entorno que le resulta familiar. El lugar que rodea la historia (Tokio) no hostil ni favorable, simplemente es ajeno. La visita de trabajo a la ciudad al principio le resulta tortuosa. Luego, cuando conoce a Charlotte, ese anonimato que brinda la lejanía, se convierte un punto a favor. De pronto ya no tiene que interpretar un papel, ni siquiera el de él mismo. Decía que la relación era extraña porque en ningún momento se concreta carnalmente. Hay una escena en la que ambos están en la cama, sin hacer nada. Lo que los reunía no era un interés preciso, nunca queda claro la existencia de algún tipo de enamoramiento. Cuando Bob se acuesta con la cantante del hotel y Charlotte se da cuenta, en su reacción hay una mezcla de, indignación, decepción y lástima. La confusión es clave en toda la cinta que culmina en ese momento cerca del final en el que las palabras son ininteligibles.
Masculin, féminin: 15 faits précis (1966) - Uno siempre acaba sorprendido viendo el trabajo de Godard. Podemos saber de antemano que nos enfrentaremos a alguien acostumbrado a romper esquemas con tramas revueltas e instantes absurdos. No importa, al final siempre se las ingenia para borrar con una escena cualquier idea preconcebida. Godard es un director impredecible. En Masculin, Feminin se nos adormece con referencias culturales y música ye-ye. Por algunos instantes uno puede llegar a pensar que se trata una obra típica de la época, luego la anticipación se rompe con la llegada de acciones que nos recuerdan que estamos con Godard. Ninguna etiqueta cabe más que la de su propio autor.
Be kind Rewind (2008) - Luego de dirigir varias películas de corte intelectual, sorprende que Michel Gondry se involucrara en un proyecto adolescente. Saber que se trata de una comedia en la que participa Jack Black nos clarifica el panorama. Desde antes sabía que me divertiría. La trama parecía atractiva (dos encargados de un videoclub tienen que producir remakes de las cintas que arruinaron para salvar al negocio), aunque el resultado final no es tan logrado. La actuación del negro afroamericano ejemplar, no conmueve ni da risa. Eso no es lo peor, sino que el deleite visual propio de Gondry no la salva de caer en algunos clichés. Un pequeño homenaje al cine blockbuster. A ratos está simpática. Le pondría tres estrellas.
Case 39 (2009) - Alguien saque un rollo de charmín y limpie la caca que ha llegado a este honorable blog. Vaya cinta más espantosa. Es de terror y tiene esos giros "impredecibles" que de tanto utilizarse se han vuelto predecibles. Para variar de nuevo se utiliza a la figura de una niña que encarna el mal dizque para asustar. Corromper la figura infantil estaba bien a principios de la década, en ese entonces todavía podía sorprendernos y perturbarnos la idea de que el chamuco se apropiara la inocencia con tal de hacernos daño. Ahora está gastado, queremos de vuelta a las figuras espeluznantes de ocho metros de altura que nos hacían suspirar en la década de los ochenta. Lo peor es que yo ni la quería ver, llegué a una reunión familiar y la pusieron, ni cómo zafarme. Por si fuera poco Renée Zellweger siempre actúa igual. Evítenla a toda costa.
Gigantic (2008) - Sí, la vi porque sale Zooey Deschanel. Lo mejor que puedo hacer para que se den una idea de lo aburrición provocada por este filme, es decirles que ni ella logró hacer llevadera la hora y media que pasé frente a la pantalla. El primer problema es el prota, Paul Dano, el cual tiene menos carisma que una bola de billar. Como actor intenta hacer de lo soso un estilo. No convence, se mantiene estático e inexpresivo. Vuelve de cada escena algo plano. Mención aparte merece su cara insoportable. Es de esos tipos que caen mal con sólo verlos. Por más de que se las quiera dar de "gran actor" nunca podrá quitarse la loza que implica haber hecho el papel de un nerd depravado en The Girl Next Door. El guión no ayuda, la premisa no es seductora a pesar de querer ser original. ¿Un ventiañero soltero que quiere adoptar un bebé asiático con su sueldo de vendedor de colchones? Come on. Puestos con calzador hay elementos metafísicos que no se explican ni resuelven adecuadamente. Da la impresión de que están ahí nomás de adorno o para intentar sacar a la historia de la modorra. (Sin conseguirlo). Sólo para enamorados de Zooey; estén atentos a la parte en la que sale con bata.
Snatch (2000) - Tardé cinco minutos en agarrarle la onda. Justo cuando empezaba a temer que se tratara de una experiencia soporífera la situación se arregló y no paré de disfrutar hasta el final. Me la habían recomendado muchas veces, la tenía reservada hasta ahora. Sus adeptos tenían razón. La velocidad trepidante con la que la violencia da paso a un humor muy especial te mantienen pegado todo el tiempo. El maldito Brad Pitt podrá tener una cara horrible, lo cual no le quita haber estado en varias de las películas más memorables de los últimos veinte años. Ésta salió apenas un año después que Fight Club. Bendito Guy Ritchie, sintetiza en menos de dos horas lo que un hombre suele buscar en el cine. Incluso complace con una canción de Oasis acompañando perfectamente una golpiza. Hasta me dieron ganar de ver Swept Away.
Las dos primeras y la última tienen mi aprobación. Las demás véanlas sólo bajo su propio riesgo, no reembolsaré los gastos de la compra o renta del dvd.
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