Hasta ahora ningún ave se ha cagado encima de mí. Algunos dicen que cuando una lo hace es de buena suerte, quizás como un intento de minimizar una humillación tan grande.
Ninguna paloma ha defecado por donde paso. Muchas personas lo han hecho o intentando metafóricamente hablando.
Es más fácil confiar en un pájaro que en un vecino, aunque sea sólo por las plumas.
2 comentarios:
yo odio a las palomas. fin
Las catedrales también.
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