miércoles, 2 de junio de 2010

Lecciones para la vida

Hay que aprender a manejar el lenguaje para cuidar nuestra imagen pública. Miren.

Ejemplo 1:

Supongamos que nadie te quiere. Bien; entonces en lugar de decir:

Tengo problemas para relacionarme con la gente.

Haz unos ajustes. Basta con quitar dos palabritas ("para" y "relacionarme") para dejar:

Tengo problemas con la gente.

La primera forma es incorrecta, te deja parado como un paria a quienes todos desprecian. Con la segunda opción, más breve y funcional quedas como un tipo cool al que no le interesa convivir con los demás por cuestiones fiosóficas.

Ejemplo número dos:

Miles de señoritas viven agobiadas ante el hecho de no tener novio. Al ver que sus amigas andan con pelafustanes varios, ellas se sienten rechazadas, feas y gordas. Por tal motivo es común verlas decir:

No tengo novio, snif snif.

Craso error, con expresiones como esa no hacen más que ahuyentar a los únicos pobres diablos que las rodean. Les aconsejo una alternativa que denota una elegancia irresistible para cualquiera:

Por el momento no he encontrado a alguien a mi nivel intelectual. Prefiero evitar una relación vacía que andar ofreciéndome a cualquiera por ahí como las mujerzuelas que hoy tanto abundan.

Desde luego se ganan muchos puntos de dignidad con esta pequeña modificación en la estrategia. Procuren forzar su cerebro a la hora de mover la mandíbula, los resultados que obtendrán con estos leves cambios mejorarán su vida plenamente.

Estos ejemplos sólo buscan ilustrar la idea, pero en el fondo se pueden adaptar a cualquier situación que la cotidianidad exija.

Suerte.



3 comentarios:

Pixie dijo...

jajaja, ok, la segunda opción será mi nuevo estado en Facebook.

Saluditos!!

KrizalidX1 dijo...

si a mi una vieja me dice la segunda, huyó

Bigmaud dijo...

Picsi: No vi que lo hicieras, decepción.

KrizalidX1: no te culpo.


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