Preescolar
Un día indeterminado conocí por primera vez lo que significaba despertarse temprano sin desearlo. De la nada fui extraído de la cama, arropado y llevado a una especie de casa más grande de lo normal. Creí que mis padres ya se habían hartado de mí, que me llevaban a vivir a un lugar que estuviera lejos de ellos. Entonces me puse a llorar, sin saber que la realidad era mucho peor: fui inscrito en el segundo de kinder dando inicio a una tortuosa trayectoria escolar de la que hasta la fecha no me he podido desprender.
En todos esos meses me llevé una única gran lección: la plastilina se puede hacer bolita. Great. El jardín de niños (saludos a MJ donde quiera que esté) no es más que una forma de sacarle dinero a los papás. Más allá de convivir con otros escuincles igual de inútiles que tú, no se aprende nada que un par de padres afectivos pudieran hacer desde casa.Pasa que llega un momento en el que dejamos de ser tiernos bebés para dar paso a la etapa de niños chimuelos, momento en el cual los adultos se dan cuenta que quieren descansar al menos un rato de nosotros. Osea, nos llevan a clases para librarse de nuestros cuerpos. Eso de que se preocupan por nuestra educación o noséqué es puro rollo justificante.
Primaria
Etapa extraña en todos los sentidos. Lamentablemente tuve una infancia anormal. La escuela primaria en la que estuve, era de dudosa procedencia. Para que se den una idea, las "instalaciones" eran ni más ni menos que una casa particular. Los salones eran las habitaciones, y había un grupo que tomaba clases en la cocina (guardaban los libros y material didáctico en la alacena). Por si ese detalle fuera poco, éramos tan pocos que los de primero, segundo, tercero y cuarto tomábamos clases al mismo tiempo con una sola maestra. Entre todos sumábamos la friolera de cinco escuincles. Dos niñas y tres niños entre los que yo me incluía.
Ahora que lo pienso creo que mi personalidad ansiosa con tendencias obsesivas pudo haber sido causada por esos tiempos, en los que en vez de estar en una escuela normal con muchos compañeros, fueron años represivos de extrema atención.
Secundaria
Aquí medio me destrampé. Las calificaciones hubieran descendido a números rojos de no ser porque el presupuesto de la escuela impedía tomar lujos como el de adquirir impresoras a color. Había más gente, más maestros y chicas con faldas de menor longitud. Pasaba por mi etapa más estúpida. Casi a diario llegaba tarde, no ponía atención a clases y era sacado de clases constantemente por maestros que se hartaban de las luchas que sostenía con mis compañeros con plumas bic como sables. Fueron buenos años; no aprendí nada, me divertí y lo más importante, salí vivo.
Preparatoria
Casi todos mis amigos se cambiaron a preparatorias de mayor calidad, así que quedé arrumbado rodeado de lelos con los cuales no sentía ningún tipo de identificación personal. Había tres o cuatro excepciones que hicieron más llevadera la situación. Aunque tuvo sus momentos, en términos generales me aburrí como gusano de maguey. Trato de no recordarlo, ni siquiera fui a la fiesta de graduación porque preferí quedarme a ver videos de Dragon Ball.
Universidad
Voy en segundo semestre. Contra todo pronóstico, es todavía peor que el primero. Tres clases interesantes, las demás o son aburridas o son comandadas por individuos que por ser maestros se sienten como seres superiores intocables que nos están haciendo un favor dando sus clases mediocres. Brr.
***
Ahora tengo que ir a comer una galleta, otro día con más tiempo relataré vivencias relacionadas con clases de pintura y la única sesión que tuve en un club de natación.
6 comentarios:
Tengo un profesor que se la pasa hablando de lo bella que es su tierra, allá donde estás...incluso habla con mucho amor de su universidad
Espero tengas mejor suerte en los próximos semestres...o me hagas caso con ya sabes qué.
Un abrazou.
Yo descubrí la gloria cuando empecé la universidad: elegís qué clases tomar, te vas si te aburre, podés mascar chicle... es otro mundo, para mí fue un antes y un después en mi vida, sentí que yo era dueña de mis acciones.
Una pena que no hayas podido experimentar esa hermosa sensación. Ojalá lo hagas en los próximos semestres.
La educación en México es una mierda.
La primaria y secundaria fueron peores que campos de concentración.
La prepa igual, pero ya podía uno defenderse de los profesores abusivos.
En la universidad no hay tiempo ni para darse cuenta de lo terrible que son los primeros semestres. Ya luego se compone y empiezas a estudiar cosas interesantes.
jajaja vaya.... me da mucha risa tu primaria jajajajajaja...
me dieron ganas de hablar de lo mismo en mi blog, pero la verdad es que siempre tuve momentos felices en escuelas normales, si, hubieron días bizarros pero nada fuera de lo común...
jajaja cada día me inspiras más curiosidad
saluditos!!
Yareli: Los maestros que cuentan historias de su infancia son simpatiquillos, al menos hacen entretenidas las clases.
Mechi: Allá en Argentina debe ser chevere (espera, eso es de Venezuela) estudiar. Acá (al menos donde me ha tocado calentar bancas) es terrible.
Saludos, y sí, a ver si mejora.
Ontobelli: Concuerdo absolutamente con tu primer sentencia.
Me habían comentado eso, que siempre los primeros semestres son los más aburridos, donde se ven más generalidades, que luego todo se enfoca más en lo que te hizo elegir precisamente esa carrera. Ya veré qué pasa.
Picsi: Entonces cuenta de tus momentos felices, no todos los posts deben ser desgraciados. Escribe de tu primer recreo.
Y así va a seguir tooooda la universidad. Cada vez empeorando más.
As: Apología Tanguera - Edmundo Rivero.
Atte: Juan Ramón.
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