miércoles, 19 de agosto de 2009

Novatada evitada por Accidente

Hay ocasiones en las que sin proponérselo uno acaba siguiendo el camino más adecuado.

Aunque dicho así de golpe, para empezar un post, suena a cita de algún imitador de Paulo Coelho, es cierto. Hoy por ejemplo, sin darme cuenta, me salvé de la novatada que aplicaron los veteranos de mi carrera a los n00bs que como yo, van empezando.

Hoy fueron dos escritores mexicanos a dar una especie de conferencia-lecturadeunasdesusobras al auditorio como una de las actividades culturales que la universidad apoya con tal de que la juventud se aleje cuando menos una hora de TV Notas. Y estuvo muy padre la verdad. Ambos eran divertidos, y afortunadamente leían bien por lo que era inevitable ponerles atención. Total, el tiempo se pasó volando (en un helicóptero) y la actividad se acabó dizque porque teníamos que regresar a clases. Como me quedé con las ganas de levantar la mano en la sección de preguntas preferí aguardar en el auditorio y acercarme a los escritores que ya eran acompañados por cuatro alumnos que como yo, se quedaron con la espinita clavada de señalar el techo con el dedo índice. Estuvimos ahí platicando un rato recibiendo frases y conocimientos que los imbéciles con prisa se perdieron. Luego se tuvieron que ir porque nadie quiere pasar el resto de su vida dentro de una escuela, y si no me creen pregúntenselo a quienes se gradúan. Salimos con ellos por una ruta alternativa. Fue entonces que ruidos extraños como gritos de desesperación se empezaron a escuchar a lo lejos. Ya en la soledad di vuelta en la esquina para vislumbrar lo que era una pipa de agua (ya ven que el agua abunda) y botes con comida podrida. Los de recién ingreso estaban rodeados por esos muchachitos de segundo a noveno semestre que parecían tan amables por la mañana.

A una distancia considerable que no me salvó del hedor vi unos minutos el espectáculo. Pobrecitos de mis compañeros, tendrán que bañarse dos veces si no quieren ser atacados por vagabundos con hambre.

Así fue como sin quererlo me salvé de lo que representaría mi primer novatada (alejarse de los Boy Scouts, Colegio Militar y Campamentos tiene sus beneficios). Lo único que me preocupa es que un pelotón de cinco sujetos vió cómo huía valientamente del lugar, sólo espero que no se venguen de manera personal conmigo mañana.

Por si no saben leer imágenes: La confianza en los extraños de Ana García Bergua.


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