domingo, 4 de marzo de 2012

Tienes mucho que aprender de una cebra


Youtube está diseñado de tal forma que, sin darte cuenta, terminas saltando de un video a otro hasta llegar en uno que no tiene nada que ver con el que viste al principio. Hace un rato terminé por toparme con el que pongo arriba. No soy muy dado a ver los que están relacionados con la vida salvaje. Suele ser traumático ver cómo un tierno conejo es devorado por una boa de ocho metros de largo. Esta vez caí. El título era llamativo así que le di clic. Lo vi completo a pesar de que fuera un poco sangriento. Acabé adorándolo. Amé a la cebra que se ha convertido en mi ídolo a partir de este día. Otros admiran a Gandhi o al Che Guevara; para mí en cambio, el máximo referente es una cebra.

No puedo evitarlo, mírenla, qué valiente. Ese león representa a la vida misma, con su crueldad, con sus injusticias. Todas las afrentas que aparecen cuando tú solo quieres beber un poco de agua. Problemas que se aferran a tu cuello y que no te dejan respirar. Que saben cuánto te lastiman, detalle que no los detiene, al contrario: los hace apretar más fuerte. Las frustraciones que te tiran al piso. Las noticias que dejan tu alma en vilo. Las circunstancias conjurándose para que te rindas. Sabes que muchos lo hacen. Llega el momento en que uno se da cuenta de que no vale la pena luchar. Son muchas las batallas, son pocas las recompensas. Piensas en dejarte llevar por la marea también. Adiós, mundo, lo has conseguido, te dejo en paz. No volveré a pensar. Dejo estos sueños para alguien más. Otros tantos han bajado los brazos, por qué no habría yo de hacerlo. Hasta nunca, miseria. Prefiero dejar este juego, me está matando el cerebro.

Y entonces ves a esa cebra, peleando hasta al final por su vida contra un animal que la supera en muchos aspectos. Con la sangre recorriéndole el cuerpo, con un herida dolorosa que no la debilita: la inspira. Cómo carajos me voy a dejar por el maldito que me tiene así. Voy a ofrecer resistencia. Cuatro millones de cebras han sido asesinadas al hilo por leones sin ninguna respuesta. Qué importa, al carajo con las estadísticas. Inclinaré el cuerpo al otro lado aunque lastime, es la única escapatoria, tiraré el resto. Daré un último intento, no voy a morir sin antes dar un buen espectáculo. Te voy a hundir conmigo, miseria. No eres tan fuerte como piensas. Aun cuan débil me encuentre, haré lo posible para que lamentes el haberte metido conmigo. Voy a dar guerra por mi derecho a seguir comiendo pasto. Quiero seguir respirando. Quiero ver la noche entera. Quiero ver a una lombriz arrastrar. Quiero vivir tan solo para joder aquellos que luchan por verme hundido.

Excelente cebra, casi ahogando a tu rival. Escapando lejos por ahí. Quizás muriendo al poco rato, pero con la satisfacción de hacerlo a tu manera y sin ser el botín de un animal. Demostrando que hay que retorcerse, no rendirse sin antes haber dado antes una gran lección.

No hay comentarios: