sábado, 21 de mayo de 2011

La vida intermitente


Cambio de opinión todo el tiempo. Tardé año y medio en elegir una carrera y a los dos minutos de hacerlo, ya me estaba arrepintiendo. Entré a Ciencias de la Comunicación porque me gustaba escribir. Eso y porque odiaba cualquier otra actividad disponible. Luego me di cuenta que en la comunicación se ve mucho además de la escritura que ocupa un lugar importante, pero limitado. El tener radio, fotografía, mercadotecnia, la vertiente organizacional y decenas de materias de relleno, deja poco para aquello de la pluma y el papel. Se estudian muchos temas, se profundiza en pocos. Ahí la gran debilidad. "Debí meterme en Letras", he pensando miles de veces. Y ahora me pesa la edad. Tengo 22 años, e iniciar en otro lugar supondría tomar clases con párvulos de 17. Casi un sexenio de diferencia. Si ya de por sí me siento viejo con mis compañeros de 19 o 20, no quiero imaginar cómo sería rodearme de jóvenes que andan en otra onda lejana a la mía.

Una de las intenciones era dedicarme a la publicidad o al periodismo. De la primera no he visto nada, de la otra me he ido desencantando terriblemente. Voy a la mitad de la carrera. Las historias de los maestros en las que se hace énfasis en los malos sueldos me desaniman. Por si no fuera suficiente se trata de un medio corrupto en el que es difícil mantener la honorabilidad. Llevo una materia llamada "Periodismo de Investigación". Tres veces a la semana, a las 7 de la mañana. Para lo único que me ha servido es para abrir los ojos: No quiero dedicarme al periodismo. No quiero suplicarle a ningún funcionario por una entrevista. No quiero estar horas bajo el sol para obtener unas estúpidas declaraciones. No quiero asistir a eventos. No quiero platicar con colegas ni relacionarme con nadie. No quiero recibir 200 pesos para hablar bien de alguien. No quiero asistir a una conferencia donde ofrecen café con panecillos gratis. No quiero nada de eso. Sólo estar encerrado en mi habitación con la luz apagada. Quiero un trabajo donde la exigencia máxima sea quedarse tirado en la cama durante todo el día. En eso se ha convertido mi vida: en resistir hasta que se haga de noche. Entonces dormir. En este mundo ya es un gran mérito no aventarse desde un cuarto piso como para que encima tengas que salir a ganarte unos cuantos pesos diariamente.

Hace unos días para la materia que mencioné, encargaron realizar una nota sobre la seguridad dentro de la Universidad. Quise matarme. Eso implicaba que tenía que salir a obtener declaraciones, a buscar la noticia. Una miseria. Yo estaba triste, quería estar hecho bolita sin que nadie me molestara. Y ahora, con tal de no volver a cursar "Periodismo de Investigación" a las 7 de la mañana, bué, tendría que hacer un esfuerzo sobrehumano. Para algunos es fácil. A ellos los admiro: los que despiertan con ánimos de comerse el mundo; los que tienes miles de ideas; los que saben cómo resolver problemas; los que improvisan y salen adelante; los que pueden escribir ocho cuartillas sin detenerse a pensar que lo hacen pésimamente. Al principio de la carrera podía hacerlo; ahora las circunstancias son diferentes y mis ánimos mucho menores.

Entonces ahí voy, al Departamento de Seguridad de la Uni e inmediatamente cambio de nuevo de opinión. Soy recibido amablemente por la atractiva secretaria. Soy saludado con sonrisas por el personal administrativo del lugar. No me ponen ninguna traba y el encargado principal me recibe como a un rey. Súbitamente me entran ganas de llorar. No lo hago. Es una sensación agradable, similar a la que tenía cuando entré a la escuela. Días en los que estaba motivado por adquirir conocimientos y el conocer nuevas personas. Pongo mi celular para grabar la conversación, y hablo con el amable hombre durante espacio de una hora. Hablamos de los tópicos que debía abordar en mi trabajo. Luego, la mayor parte del tiempo, nos desviamos a asuntos más importantes, como la vida, literatura y cine. Hablaba elocuentemente, daba sabios consejos, propios de alguien al que ya dominaban las canas. Luego de enterarnos de que compartíamos el gusto por la poesía, imprimió un poema de su autoría y me lo dedicó. Le dije que yo había perdido las ganas por dedicarme a escribir. Me dio un consejo que no revelaré. Lo aprecié mucho. Deseé que en mi escuelita hubiera un maestro como él. Aprendería bastante, quizás dejaría de quejarme, vería la educación de otra manera.

Hubo un detalle. A la mitad del encuentro empezó a sonar mi celular. Por respeto y por lo entretenido que estaba, no lo quise contestar. Pero siguió suene y suene, de modo que era mejor hacerlo para que por fin callara. Era un número desconocido.

-Bueno -dije.
-Buenos días, ¿Rafael Rodríguez?
-No, me parece que se equivocó de número.
-Oh, ya veo. Disculpe, ya que estamos hablando quisiera aprovechar la oportunidad para preguntarle si ya cuenta con los servicios de Banco Santander.
-No me interesa, gracias.
-Mire, ahorita tenemos una promoción de una tarjeta blablablablablablablablá...
-No estoy interesado
-Deje le comento los beneficios que tendrá si usted blablablablablablablablá...
-Estoy ocupado, ya le dije que no me interesa. Déjeme en paz por favor.
-¿Conoce a alguien que esté interesado en alguno de nuestros servicios?

Colgué. Seguí platicando con el amable señor de otras cosas. Me recomendó una película que trataba de un joven negro que aspiraba a dedicarse a la literatura. La bajaré en cuanto la encuentre. Me despedí de él después de un rato. Me dijo que cuando pasara cerca de ahí lo buscara para platicar. Soltó un par de consejos más. Nos dimos la mano y dijimos hasta luego. Antes de salir, la secretaria se despidió cordialmente. Abandoné el lugar con una gran sonrisa ¿Eso era el periodismo? ¿Conocer gente linda que te saque en unos segundos del marasmo en el que estabas hundido? ¡Recuperé la fe en la carrera, carajo! Puse algo de James en el ipod, el día era hermoso y el panorama soleado. Ya no quería dejar las ciencias de la comunicación, de cualquier forma sólo quedaban 2 años por delante a los que vería bajo una renovada óptica. La culpa había sido mía, la amargura impedía que notara la belleza que a diario nos rodea.

Por la noche me dispongo a realizar el trabajo. Transcribir parte de la entrevista, y escribir algunas reflexiones. Pan comido.

Conecto mi celular.

El archivo no está.

Lo busco en otras carpetas.

Tampoco.

Lo desconecto, lo vuelvo a conectar.

No sirve de nada.

Entro en pánico.

Lo desconecto y lo busco manualmente.

Sigue sin aparecer en pantalla.

Asumo que desapareció.

La llamada del empleado bancario -que justo tuvo que marcar el número equivocado en ese ratito- había arruinado, de alguna forma, la grabación. Desde aquí quiero agradecérselo al muy miserable.

Me deprimo. Apago la luz y paso las 7 horas siguientes en un estado lamentable. Intentando recordar las declaraciones del entrevistado. Estoy al borde del colapso. Logro teclear un trabajo que nomás es para "cumplir", para sacar un 6 y no reprobar. Lo que pudo ser un gran texto digno de un 10, se convierte en un fiasco. Uno de los tantos que conforman la vida. Justo cambio de opinión otra vez. La carrera es una puta mierda a la que no quiero dedicarme ¿Qué necesidad de tomar el riesgo de volver a pasar algo así? Pienso en abandonar los estudios. Irme a vivir bajo un puente con gente maloliente. O dedicarme a promocionar tarjetas bancarias por teléfono.

Ya no me da tiempo ni para dormir media hora. Son las 6:15 am, quedan 45 minutos para la última clase del semestre, en donde entregaré el trabajo final que tanto dolor me costó. Decido tomar una ducha. El agua sale helada. Para empeorar el panorama, mi madre olvidó prender el boiler. Pienso en ir sucio a la clase. Lo descarto. Agarro valor y me meto a la regadera. Duro diez minutos dentro, bañándome como si no hubiera mañana. Sin gritar, sin gemir. Hay otras sensaciones más duras que el tener agua a punto de congelarse sobre la piel. Salgo con mucho frío, temblando y tosiendo. Es lo bueno que tiene tocar fondo, que puedes hacer lo que sea.

14 comentarios:

KrizalidX1 dijo...

Yo estoy igual que tu y estoy seguro que no te interesa. Me metí a filosofía, y ahora estoy pensando en cambiarme a letras. Los maestros que tengo son ignorantes, estúpidos e irresponsables, después de un año me he dado cuenta que no he aprendido nada. Pero para cambiarme tengo que esperar un año y ni siquiera se si valdría la pena.
Me gustan mucho tus entradas.
Tienes algun correo?

Miucha Malicieux dijo...

Jaja que visión tan fatalista de la carrera tienes, te digo que acá cuando los veía de cerca se divertían... mientras me explotaban para sus trabajos, pero se divertían.

Yo quise turismo porque un tío mío es maestro y cuando menos en donde él da la clase la pasan genial... acá es una vil porquería, tengo que aprenderme 1000 bebidas al finalizar el semestre y no llevo ni 25...

Bleh, dejaré la escuela, me casaré con algún viejillo millonario y esperaré su muerte para heredar su fortuna, ps qué.

Norwegian dijo...

Como te habras podido dar cuenta aun no llego a la universidad, pero estoy cerca.
Lo unico que te puedo decir es que si bien puedes acabar tu carrera y demas, de igual manera puedes abandonarla y dedicarte a lo que de verdad te gusta, despues de todo, tener una carrera terminada y un diploma, no asegura que tengas un futuro asegurado. Para mi, por lo menos, las cosas ya no son asi, hace unas decadas quizas, pero eso ya no va.
Ciao. :)

Voris dijo...

honestamente no creo en la educación mexicana, en mi trabajo lo he visto, diseñadores con titulo y hasta postgrados que llegan a aplicar para diseñadores, resultado, tengo un compañero que es ingeniero civil que la hizo de diseñador y resulto ser una joya programando, y ahora un diseñador nuevo que es una daga y tiene solo la prepa, por eso recomiendo estudiar lo que realmente disfrutes y tu sin dudas tienes el futuro en una pluma (o teclado)

Anónimo dijo...

Todos pasamos por esos momentos, intenta hacer coss que te gusten para que no te deprimas. En la vida hay situaciones difíciles que hay que afrontar pero de alguna forma nos deja alguna lección, pienso que las cosas no pasan por casualidad sino porque deben pasar. No te desanimes, recuerda el consejo que te dió el señor y sigue adelante para que siempre veas la vida por el lado positivo

Pixie dijo...

Creo que eres muy joven, apuesto y sobre todo inteligente para que te preocupe verte más viejo empezando una carrera, en mis generación habemus de todo, jóvenes y dones y doñas de 50 años, no te amargues la vida innecesariamente.

Oh, estudia ambas!!! Ok, eso fue estúpido.

Te entiendo Big, para mi este semestre ha sido de mucha lucha interna, cuento los días para que se acabe. U_U

Saludos!!

ontobelli dijo...

¿En cuál editorial piden título para publicar?

El mejor currículum de un escritor son sus escritos.

Deberías estar preocupado por estudiar lo mismo que estudiaron 70 mil desempleados y aumentando.

Si lo que quieres es ser escritor empieza a participar en concursos de escritura, porque ganar uno es la forma de sobresalir del montón que quieren serlo.

Nunca podrás llegar a una meta, ni justificar el esfuerzo, mientras no sepas cual es tu objetivo.

Memmis dijo...

"Quiero un trabajo donde la exigencia máxima sea quedarse tirado en la cama durante todo el día." En algún momento te metiste a mi cabeza y leíste eso.

Yo me di cuenta de que odiabaaa mi carrera cuando me faltaba un año. Decidí terminarla porque sólo me faltaban 2 ó 3 semestres, totaaal.
Y ahora llevo un año dizque haciendo mi tesis, y qué crees? NO HE ESCRITO NADA.

Lo peor es la gente más experimentada que me dice que soy joven y puedo hacer más cosas.
El problema es que no sé qué cosas.
El problema es que no tengo ganas.

Bigmaud dijo...

Krizalid: No descartes los cambios, llevas menos tiempo gastado que yo. Igual yo llevo maestros que...mejor no digo nada. Para qué amargarse. Mi correo: penny.fields@gmail.com


Miucha: No hagas eso, mejor adopta un anciano pobre y vive con él en tu cuarto :D

Norwegian: Gracias por las palabras, mi consejo es que pienses bien la carrera que vas a elegir (pero sin demorarte, como hice yo) y no temas al cambio.

Voris: Hey, Gracias. Sí, a veces pienso que estudio algo que no debería estudiarse y que acaso podría superarme más por mi cuenta. Desafortunadamente en la mayoría de los lugares el papelito cuenta, y las palancas también. Y como no tengo estas últimas...

Anónimo: Muchas gracias por las palabras.Ya sabía yo que no todos los anónimos se dedicaban a insultar. Un saludo.

Pixie: Lo sé, a veces suena exagerado que alguien de mi edad diga que se siente viejo, pero no sé, es la impresión que tengo y que no logro borrar.

Ontobelli: Debo reconocer que me ha faltado algo de determinación, salir por ahí a intentarlo, buscar lo que realmente me interesa. Lo que dices es completamente cierto y lo tomo en cuenta.

Memmis: Te entiendo, siempre hay voces que lanzan ánimos, pero que no logran adherirse como debieran. Ánimo con lo de la tesis. Ya hasta regresaste a tumblr, jo.


Saludos a todos.

Juan Ramón dijo...

Yo ya perdí totalmente la esperanza de encontrarme con algo que me haga recuperar los ánimos que tenía en el primer tramo de la carrera y me dedico a mal pasar (o de plano reprobar o recursar) materias porque ya me importa un carajo. Muy triste. Pero lo que dijo alguien por ahí arriba es cierto: hay que dedicarse a hacer lo que le guste a uno. Escuchar música, ver películas, etc. Aunque sean actividades medio pasivas, siempre hacen regresar a la perspectiva de que algo bueno puede haber entre toda la basura.

Atte: Juan Ramón.

Danielita dijo...

Qué bonita la carrera de comunicación... es realmente decepcionante, casi colega, estoy a un año de terminar y no he encontrado algo que valga la pena, pensaba que periodismo era la opción y mi negativa sólo era por los pésimos profesores que tuve, no, leyendo esto me doy cuenta que no es sólo eso. Pero me mantengo ahí, supongo que aún tengo esperanza o quiero un maldito papel

Bigmaud dijo...

Juan Ramón: Claro, a veces diversos factores hacen que uno se olvide que, con todo, se puede pasarla bien, aunque sea un rato. Lo malo es que si vida no va perfecta, me es imposible disfrutar de muchas cosas que lo ameritan.


Danielita: Sí, es frustrante mantenerse por inercia. Maldita parálisis.

Saludos.

Thesuet dijo...

Es rara la forma en que cai en tu blog. Y no se bien porque es que te escribo. Es que en algunas cosas es como ver una versión mexicana y pesimista de mi persona je.
Soy Uruguayo, tengo 22, estudio ciencias de la comunicación y tengo insomnio.
Lo mio a veces se vuelve todo pesimismo, capaz más cuando era más chico, ahora trato de ver el mundo con un poco más de buena onda, porque así se llega a más. La carrera, por lo menos aca en Uruguay, es un bajon. No dan lo que quieres dar, y te avisan de ante mano que estas haciendo algo por lo que te vas a morir de hambre.
Lo mio es arte hasta los huesos, escribir, cantar, tocar guitarra y hacer cine son mis pasiones. No veo como podría hacer algo que no sea expresión, originalidad y arte en cada cm. No puedo hacer algo de oficina, ni tampoco podria dormir todo el día jeje. Supongo que en esa parte somos distintos.
Lo que digo, y no lo digo solo por decir, es que la vida es una cuestión de actitud. Creo que con ese trabajo lo notaste. Cuando una pequeña cosa salió bien, un hombre en lugar correcto dijo las palabras correctas y te mando la vida al cielo, te dejo con todas las ganas de hacer lo que te gusta, y no deberías dejar ese aprendizage de lado, no por culpa de un vendedor que erro un número o dos. Escribi hasta el cansacio porque sos bueno, o al menos a mi mi llegaste.
La facultad es solo una piedra que podes patear para adelante con un poco de dolor en los dedos, esquivar o saltar. No es fundamental.
Abrazo.

Bigmaud dijo...

Hey gracias, Thesuet. A veces uno puede sentirse próximo a alguien que queda a muchos kilómetros de distancia, así que gracias por las palabras, especialmente porque están llenas de razón. Es cierto, la actitud es fundamental. El problema es que tengo un carácter fluctuante que me permite estar en paz, cualquier detalle hace que mande todo al carajo, así como cualquier cosa positiva, por mínima que sea, hace que me venga arriba. Bué, lo segundo es un poco más difícil, pero lo que me gustaría ser un poco más neutral. No ser tan cambiante para poder actuar de una forma más acertada. De cualquier manera me sirve lo que dices y lo tomo en cuenta.

Un saludo.