viernes, 11 de febrero de 2011

No es nada

Si he dejado de actualizar los últimos días es porque ando demasiado alterado. Cuando estoy así me excedo y la tomo contra personas que quizás no lo ameritan. Hoy puedo decir que la cosa más mínima me molesta. El otro día en la clase de francés un tipo que se llama igual que yo mencionó que le gustaba el cine de arte. Estuve a punto de pararme y de irme. Me dolió el estómago. Lo que dijo me pareció insoportable. Dejé de disfrutar el resto de la clase. Unas cuantas palabras bastaron para que me pusiera mal. Desconfíen de quienes dicen "me gusta el cine de arte". La mayoría son seres pedantes que no tienen de idea de cine y quienes por haber visto La Naranja Mecánica y Pulp Fiction creen merecer algún tipo de monumento. Bastardos. No quiero ser malinterpretado. Me gusta ver películas, muchas de ellas parte de lo que es considerado "cine de arte", pero no ando por ahí diciendo que me gusta el cine de arte. No podría, si hay algo por lo que he luchado toda mi vida es por evitar ser pretencioso. Me encanta lo que sale de Hollywood, amo el cine americano casi tanto como el europeo. No por ello ando diciendo por ahí que me gusta "el cine comercial", comón. Me gustan las películas. Punto. O mejor digo qué directores me gustan. Al menos es algo exacto. ¿Te gusta todo el cine de "arte"? Estás frito. Incluso grandes directores tiene algún bodrio saltando por ahí. Más o menos así de irritable estoy. Otra cosa que me molesta es cuando la gente habla de sus gustos musicales. Lo odio. Está de moda decir "no puedo vivir sin la música" y venir con el menor pretexto a mencionar a alguna banda de mierda nomás para que los demás vean CUÁNTO te apasiona el tema. Aunque no sepas nada y aunque tu biblioteca musical esté repleta de canciones mal taggeadas bajadas de Limewire antes de que lo clausuraran. O que me recomienden algún grupo o canción de la nada, sin conocer mis gustos. Grupos famosísimos que obviamente ya escuché docenas de veces hasta darme cuenta de que no valían la pena. Casi no recomiendo cosas porque nada garantiza de que lo que a mí me gusta pueda gustarle a otro. Soy consciente de ello. No quiero amargarle la tarde a una persona haciéndola escuchar un disco o una película que al final puede que no le guste. Les haces perder el tiempo. Lo más preciado que hay después de las pizzas.

Así es como decidí dejar de escribir unos días porque no podía escribir nada medianamente positivo. Estoy pensando con las tripas. Está muy mal, evítenlo a toda costa. Las arcadas mentales te consumen.

3 comentarios:

Pixie dijo...

Es bueno que no publiques cuando no estás satisfecho con el texto, pero aún enojado es bueno que escribas. Está padre perder el estilo de vez en cuando.

Yo tengo un enorme problema con las etiquetas y los "tipos", me enfermo cada que alguien habla de su tipo de persona, cine, música o lo que sea, cómo si todos no fuéramos una gran mezcla de montones de cosas, como si las personas no cambiaran de humor y personalidad cada tanto... En fin.

Saludos y ánimo!!

Anónimo dijo...

Qué bueno que no dijiste nada en tu clase, aunque eso de enojarse creo que en algunas ocasiones ayuda a escribir.
a veces decimos eso de "tipos de cosas que nos agradan" para hacernos sentir así como importantes o qué se yo... conclusión: siempre resulta desastroso.
Saludos!

Memmis dijo...

Así ha sido mi vida los últimos dos años, jajajaja, ya no aguanto a nadie y siempre estoy al borde de encerrarme en mi cuarto y no salir.
Y cerrar mi twitter.

Yo también intento no ser (parecer?) pretenciosa, pero creo que eso termina haciéndome pretenciosa porque al final todos me caen mal, jajajajaja.

Igual, sigo recomendándote a Supergrass, :)