Hay un momento (para muchos irrelevante, para mí crucial) cerca del final en La Strada en el que Zampanó (interpretado espléndidamente por Anthony Quinn) pide un helado de vainilla y limón. Resulta atrevido que alguien ligue a la vainilla con un cítrico alejándose del camino seguro del chocolate, uno de los compañeros más habituales en lo que a combinaciones heladeras se refiere. Al ver eso me escandalicé, no podía concebir que Fellini decidiera incluir algo tan atroz casi al principio de su filmografía. Más aún que pudiera sobreponerse a semejante insolencia para alcanzar el éxito con el resto de sus películas.
Luego de los créditos finales tan sólo para aliviar mi curiosidad tuve la oportunidad de pedir mi propio vasito de sacrilegio sabor vainilla y limón. Entonces lo comprendí todo. El cirquero ese, era un entendido en acoplaciones. Nada superaba tal choque celestial en el paladar. Desde entonces siempre y cuando el mamey o el queso se interpongan pido lo mismo que Zampanó.
6 comentarios:
La vainilla combina casi con todo. Lo que es imperdonable es que en México (lugar originario de la vainilla) usen vainilla artificial.
vainilla y limón, sería cosa de probarlo.
Janu: ¿Hay algún imbécil que pique tu anzuelo?
Ontobelli: Nada como los helados más caseros. Casi no me gustan los que venden en el super con colores fosforescentes.
VV: Sólo un par de consejos: Que el de limón se helado de agua y procura que no sean helados comprados en el supermercado.
Música Freak: Consulta mi respuesta a JanuskieZ.
Respuesta a Januskiez y Música freak:
No le hagan caso a este pendejo con nariz de pito sin circuncisión. Es un culero y todavía se las da de mamón. Gente así merece ser linchada.
Orale con el anónimo...
probaré la combinación en la michoacana a ver que tal jeje
Es el amigo de los spammers aparentemente. Suerte con la combinación, Betti.
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