viernes, 9 de octubre de 2009

Reflexión limonera nocturna



Con el pasó de los años me he hecho más y más exigente. Sin ir más lejos, acabo de rechazar a siete limones aspirantes a agriar mi sopa de municiones por defectos varios como superficie amarillenta, tamaño incómodo a la vista, dureza calibre viagra o en el caso del último que se presentó al casting, simple desconfianza por la ausencia de rabo. Si quieres prepararte la mejor sopa instantánea a punto de caducar de tu vida debes asegurarte de dejarle la tarea a ingredientes de la máxima categoría.

5 comentarios:

Bigmaud dijo...

Qué diferencia con cierto post sobre algo similar que los lectores más completistas y viejos recordarán.

Pixie dijo...

ahhh ciertooo!! hablabas de unos limones y luego confesaste ke no eran limones los de la historia verdadera, sino jitomates!!!

me gusta la canción de los jitomates... jitomates para ti, jitomates para mi, jitomates (8)

Bigmaud dijo...

Tomates, Pixie, tomates.

Pixie dijo...

ya se, pero es que no hay canción de tomates XD

the lines on my face dijo...

lo malo de los limones no es su color, son sus semillas, esas son las que nos hacen una mala jugada continuamente... malditas semillas