lunes, 3 de octubre de 2011

31. "I Know It's Gonna Happen Someday" - Morrissey

De álbum Your Arsenal (1992)


En una entrada anterior platicaba emocionado sobre la posible visita de Morrissey a México. Una coincidencia (yo le había dicho meses antes a una persona que Moz vendría a fines de año) hizo que el anuncio oficial fuera aún más emocionante. Los días pasaron, conseguí a quien me echara la mano con la tarjeta de crédito para lo de la preventa y, con el dinero preparado en la mano, estuve ansioso por la llegada de la fecha. Las señalas indicaban que podría verlo de nuevo. Eso me tenía contento y a la vez tenso.

Tenso, sí, porque las cosas podían salir mal, lo cual no sería extraño, tomando en cuenta la racha por la que atravieso. Y así fue, unas horas antes de la venta de los boletos recibimos en casa una de esas llamadas que te despiertan a las dos de la mañana anunciando lo peor. Sin entrar en detalles, diré que este problema personal imposibilitó que fuera a comprar los boletos como tenía planeado. Había esperado cinco años para esto.

Me alteré obviamente. De por sí estaba afectado por la noticia que recibí a esas horas (y lo sigo estando) para que además tuviera que sufrir el hecho de que probablemente no iría al concierto de Morrissey, evento que ansiaba por diversos motivos que no caben en estas líneas.

De nuevo comprobé que la vida es cruel. No importa los planes que hagas, ni cuánto te esfuerces, hay cosas que se te escapan de las manos y por las que no queda nada qué hacer. Medité el asunto, este año ha sido el peor que he pasado, superando al 2010 que tenía el récord anterior (que a su vez llegó a pertenecer al 2009, 2008, 2007 y 2006...), sí, mi existencia va en picada y no hay nadie abajo para atraparme.

Esa fue, por cierto, una referencia a una canción de este artista. Lo conocí a finales del 2004, primero por su carrera con The Smiths y luego con su faceta solista. Ambas maravillosas. Inicié con The Queen Is Dead y a partir de ahí no paré de escuchar su material. Desde The Beatles ningún artista me había apasionado tanto, y desde ellos ninguno ha logrado impactar de la misma forma.

La malos ratos por los que he pasado tuvieron un soundtrack que, por fortuna, hicieron más llevadera la situación. Morrissey llegó en el momento en el que lo necesitaba. Nunca había sentido una identificación tan plena como con él. Lleno inquietudes y lamentaciones, me di cuenta que nadie en la música pop había ocupado ese lugar. Si bien tiene influencias detectables, ninguna de ellas por sí misma puede compararse con su estilo, y aunque vinieron muchos imitadores después, ni uno solo tuvo la autenticidad que lo caracterizó. Imposible, por cierto, porque no era un personaje armado, sino uno completamente sincero que descargó una adolescencia caótica en letras que llevaban la mordacidad de Oscar Wilde combinada con la sensibilidad de los sencillos de Sandie Shaw en los primeros sesenta.

A este hombre le debo bastante. El otro día me di cuenta de que, si volví de la escritura una costumbre, fue en gran medida gracias a él. Sus temas eran tan parecidos a lo que yo pasaba que empecé a preguntarme por qué no hacía lo mismo que. De cualquier forma no era tan difícil como creía, él mismo le dice en "Sing Your Life":

Canta tu vida, cualquier tonto pueda armar palabras que rimen. Muchos otros lo hacen, ¿por qué tú no? Solo camina al micrófono, menciona todas las cosas que amas y las que no. Otros cantan por ti, pero ahora es tu oportunidad de brillar. Tener el placer de expresar lo que piensas. No cometas un error, todo esto terminará, así que canta ahora: todas las cosas que amas, todas las que odias. No dejes nada sin decir en algún lugar de tu cabeza. No cometas ese error. Esta vida sin sentido acabará. Pero antes de que te vayas...¿puedes darte cuenta? Tienes una voz hermosa. Una voz realmente hermosa. Y esos que cantan afinados, aprendieron las nociones de ti y de mí...

Ahí habla del canto, pero puede aplicarse a la escritura o a lo que sea que te quieras dedicar. Y así empecé con lo de un blog, gracias a Moz. La expresión no es exclusiva de los expertos en literatura, así como jugar futbol no es exclusivo de la plantilla del Liverpool. Por fin me enteré de que yo también podía hacerlo, de modo que empecé a escribir sobre lo que me gustaba, y sobre lo que odiaba. Mi más grande influencia literaria no es Cortázar, ni Dostoiesvki, tampoco Henry Miller ni Kerouac. Quien más me impactó fue Morrissey, porque me dio la confianza que requería. No necesitaba ser perfecto. No necesitaba de una licenciatura. No necesitaba pertenecer a un círculo. Simplemente tenía que escribir sobre un papel.

En la industria no hay nadie igual. Mostró que para ser una estrella no era un requisito ser un consumidor de drogas, llevar el cabello largo o mostrar el pene sobre el escenario. Era diferente, lo supe desde la primera vez que lo escuché. Terminé por aferrarme y ya no lo solté. Tardes enteras lo escuchaba mientras lo traducía, leía cualquier entrevista que encontrara por internet y sin darme cuenta escribí 180 letras que soñaba que, como a él le pasó , fueran musicalizadas por un guitarrista llamado Johnny.

De su discografía, Viva Hate es preferido. Cuando escuché "The Ordinary Boys" estuve a punto de tirarme conmovido al suelo. Por esos meses había pensando que había algo incorrecto en mí. Que debía cambiar, ser como los demás: ir a antros para bailar a la Ricky Martin, insultar a quien se dejara, comprar discos de moda. Entonces descubrí que ser diferente no tiene nada de malo, que incluso debes resistirte a ser ordinario, aunque el precio llegue a ser elevado. Elegí, recordando aquella frase de Schopenhauer, la soledad sobre la vulgaridad. Y no lo lamento.

Sería agotador ir mencionado mis temas favoritos, a su manera todos lo son. Las semejanzas son enormes. A ambos los problemas nos aman, van a nuestro costado y no para guiarnos. Me he sentido como media persona a la estela de una oportunidad; he sentido el vacío al ver la gente pasar y lamento estar entregando mis días a personas a las que no les importa si vivo o muero; quiero lo que no puedo tener, y me vuelve loco; empiezo lo que no pueda acabar; he convertido esto en un desastre; ya no creo en la magia después de ver una casa que nunca pudo quedar limpia; solía ser un dulce niño; pienso que el mundo está lleno de personas chocantes, y que probablemente yo sea uno de ellos... o no, no lo soy.

Y sobre todo, le aprendí que no hay que perder la esperanza. Que los malos ratos llegarán a su fin. No hay que desesperarse. Lo bueno ya vendrá. Llegará algún día. Y si pienso que nunca lo hará, y que nunca había estado tan lejos, bueno, Morrissey me seguirá insistiendo que no importa, porque eso que busco, ocurrirá un día. Solo debo esperar.

Sin boletos en la mano, sigo creyendo que lo iré a ver. No es imposible y al menos lo intentaré. No puedo fallarle a mis expectativas. Mucho menos a Morrissey. Echaré el resto en la última apuesta.



5 comentarios:

Sheliwirini dijo...

Cierto, una disculpa, asocié el fin de la lista con el fin de mes y olvidé que faltaba una más, jeje.

No eres una persona chocante, y mucho menos ordinaria. Sé que todo mejorará para ti, sólo es cuestión de esperar. Espero que puedas ir al concierto, no te desanimes.

Buen día :)

Chica Oso dijo...

Pero qué bonitas letras.
No estamos solos.
:)

Bigmaud dijo...

Sheli: Sí, ojalá pueda ir, de nada sirve desanimarse por ahora.

Chica Oso:
Un mundo nos vigila(?)


Saludos.

tengo1amiga dijo...

yo tmb amo a morrisey.
the more you ignore me.


saludos

morbido13 dijo...

Me recuerdas mi propia experiencia, por razones sin importancia no sabia si iba a estar en guadalajara el 12 y 13 de diciembre, asi que no compre boleto.
Para cuando me confirmaron solo alcance SEGUNDO BALCON y yo que queria estar hasta adelante para saludarlo.
Maldita Suerte!!!

Viva Moz!!!

Saludos y por favor visita:

www.morbido-13.blogspot.com

y deja un boleto para Moz o a al menos un comentario

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