sábado, 23 de abril de 2011

La parte positiva del calor

Las semanas que el país ha vivido bajo un calor inmenso dejan sólo un deleite: la vestimenta de las mujeres. Altas temperaturas que se aguantan por la recompensa que supone ver las faldas que el resto del año permanecen guardadas. Algunos se quedan embobados por el desfile de escotes, algo perfectamente entendible, y otros por el de las piernas (también entendible) lucidas bajo los shorts tan socorridos en la época. Yo en cambio, sin afán de hacerme el original, porque también me gustan los escotes y piernas, siendo debilidad por una parte del cuerpo, a mi gusto, infravalorada. Me refiero a los brazos, dos extremidades delicadas que deberían incluirse entre las partes más valiosas de la anatomía femenina.

Las camisetas sin mangas que en los hombres dan asco, en las mujeres quedan perfectas, volviéndose un verdadero placer para la vista. Unos brazos bien torneados son tan dignos de admirarse como unas piernas bonitas. El problema es que no cualquiera los posee. La suavidad que las féminas tienen en dicha zona hace que algunas, con el paso del tiempo, desarrollen flacidez que termina haciendo que la piel les cuelgue. Algunas, en un afán de remediarlo, quedan peor, ya que al ejercitarse en exceso, dejan una apariencia musculosa asquerosamente... masculina.



Arriba tenemos a Manuela Arcuri, una dignísima representante en cuanto a material braseril, se refiere. La belleza en la zona es de vital importancia. De poco importaría su rostro angelical y figura de ensueño si no tuviera dos brazos que estuvieran a la altura de enmarcarla. Ahora bien, si usted piensa salir a la calle con una blusa de tirantes, procure depilarse las axilas con cuidado: nada tan anticlimático como verlas pobladas de vello incipiente. (El que nace sobre el brazo puede verse bien, siempre y cuando no se asemeje a una alfombra)

Ahí lo tienen, urge revalorar la magia que hay entre la mano y el hombro. Quienes no se consideren agraciadas en otras partes del cuerpo, miren sus brazos, quizás tengan un atractivo del que no se han percatado. Así que echen las mangas largas al fuego, salgan y luzcan lo que tienen, que el clima y nuestros ojos lo requieren.

3 comentarios:

Miucha Malicieux dijo...

Jaja a mì me gusta usar faldas y blusas con escote, màs no de tirantes. Toda la sensibilidad hacia la temperatura se me fue a los brazos, si no los cubro aunque sea un poco me muero de frìo, es extraño... como yo ¡yay!.

Pixie dijo...

Yo no tengo brazos bonitos. Punto menos para mi. :(

Saluditos!!

Bigmaud dijo...

Miucha: has de ser la sensación en tu colonia.

Pixie: Eso es discutible.


Saludos.