No tener televisión por cable (o satélite) te puede generar complejo de inferioridad cuando eres niño. En las escuelas todos habla de Cartoon Network, MTV y canales que la antena de conejo nomás no agarra por más que uno le mueva.
Yo tuve ese trauma. Por la mañana y tarde, como fuera, uno todavía podía encontrar uno que otro programa interesante en canal 5 o 7. Con suerte Dragon Ball o Los Simpson se atravesaban en tu camino. Dos horitas de televisión digna con las que podías defenderte en los debates infantiles que se daban en los recreos de la escuela.
Por la noche la cosa empeoraba, sobre todo para los que acostumbramos dormir hasta tarde. Ya por la una de la mañana a lo máximo que puedes aspirar es a un infomercial en la que salgan chicas ligeras de ropa o alguna que otra película de los canales culturales.
Una madrugada de suerte acabé topando con el primer largometraje del director español Santiago Segura. Se trataba de Torrente, el brazo tonto de la ley. No sé a qué empleado loco de Televisa se le ocurrió programar una cinta tan salida como esta cuando ellos se distinguen por ser tan conservadores, pero lo agradezco infinitamente. En ese entonces iba en secundaria, y aunque al otro día tenía clases no claudiqué hasta verla por completo. Terminó a las cuatro de la mañana.
Pasaron años para que la volviera a ver hasta que hace unos días por fin pude conseguir la trilogía completa. Nunca más la pasaron en la tele y el dvd es prácticamente inhallable en las tiendas promedio de la república.
Estaba algo escéptico. Cuando tienes trece años casi todo lo guarro te parece una obra maestra. Y no, la verdad es que mis gustos no se han modificado mucho desde entonces ya que volví a disfrutar la primera película de la trilogía como lo había hecho entonces e incluso encontré algunos detalles que se me habían escapado. La segunda parte (la cual ansiaba ver como al Halley) también la encontré divertidísima, y aunque a la tercera la veo por debajo de las otras dos, la trilogía por completa está repleta de risas y disfrute.Las tres llevan más o menos la misma estructura, lo cual se agradece cuando los resultados garantizan están bien trabajados.
El humor escatológico, racista, machista y sexual, no es para todos. Si eres de los que se toman en serio los chistes que involucran esos temas, te vas a ofender a cada rato. De lo contrario disfrutarás enormemente de uno de los grandes personajes del cine contemporáneo: José Luis Torrente, un nacionalista seguidor de El Fary y del Atleti que recuerda a lo mejor del Jefe Gorgory mezclado con Ignatius Reilly.
La cuarta parte está en preparación. Las ansias no se han ido por completo.
"Hay dos tipos de hombres: los que se lavan las manos antes de mear y los que se las lavan después. Yo me las lavo antes. ¿Por qué?, dirás. Porque mi polla es sagrada. Hay que reverenciarla. ¡Oooooh..! ¡Es el centro del universo mundial! ¡La manguerita de la alegría! Tú deberías hacer lo mismo".
4 comentarios:
En efecto es una joya de la cinematografía española y uno de sus mejores productos de exportación!
Te diré que mi historia con esa película es EXACTAMENTE la misma. Chance y hasta la vimos la misma madrugada ja, ja, ja. Y no tuve cable hasta esta primavera.
As: She's Leaving Home - The Beatles.
Atte: Juan Ramón.
Trendy: Que una mujer diga eso me sorprende. También hace que recupere la fe en la humanidad, snif.
Compañero: incluso creo que la agarré ya empezada, recuerdo que lo primero que vi fue la escena en donde Torrente y su discípulo van a practicar tiro.
Saludos.
¡Algunos de los mejores hallazgos cinematográficos son hechos en TV Abierta! Tengo que confesar que yo vi por primera vez "Detroit rock city" una madrugada en el 7.
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