Vendo casa a las afueras del sur

Desde que me encomendaron la administración de una naciente compañía de bienes raíces he tenido relativa fortuna en cuanto a vender casas a incautos se refiere. La única traba que se me ha presentado hasta ahora ha sido la de un casita (le digo así porque es pequeña) a la que los clientes se han resistido. En lo personal, considero que esa propiedad tiene un potencial bastante fuerte para todo aquel que sea aficionado a las polly pocket y los autos a escala. Ayer mismo le comentaba a un señor y a su esposa que si se decidían mudar a esa vivienda ahorrarían mucho tiempo por las mañanas gracias a que debido a su reducido tamaño es posible cruzar el pasillo y bañarse al mismo tiempo.

Como el dueño de la compañía me presiona para que me deshaga de esta particular residencia, coloco algunas de sus características más llamativas en este blog, con la esperanza de que entre ustedes se encuentre algún acaudalado coleccionista de maquetas venidas a más.

Cocina: Tiene espacio para un refrigerador y ocasionales reuniones entre dos personas.

Estacionamiento: Carece de uno, pero la calle brinda varios metros de banqueta que soportan el peso de un compacto.

Azotea: Es de vidrio para que cuando llueva se ensucie.

Baños: Tiene tres medios baños, que en suma dan baño y medio.

Jardín: La ausencia de pasto hace resaltar la belleza de la tierra seca.

Habitaciones: Tiene sólo una. Esto fue planeado con el fin de frenar la explosión demográfica. El dueño deberá pensárselo cuatro veces antes de decidirse a traer un primogénito más al mundo.

Sala de juegos: Ideal para sesiones intensivas de PSP y Gameboy.

Biblioteca: Nadie las usa ya.

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Cualquier información adicional será aportada gratuitamente, siempre y cuando sea solicitada con una sonrisa insinuadora.