- Elija la canción que quiere odiar (si es una de Reik, sólo escúchela y omita el resto de los pasos)
- Compre un celular.
- Métala al celular (la canción)
- Selecciónela como tono predeterminado para cuando alguien le llame o mande un mensaje.
- También póngala como el tono de alarma de su despertador.
- Deje pasar seis meses.
Basado en una experiencia propia puedo asegurar que de ese modo, cualquier canción de cualquier artista terminará por hartarlos y hacerlos suplicar por ser víctimas de una sordera prematura. Y es que, levantarte a diario a las seis de la mañana con la ayuda de la misma alarma musical termina por despertar en todos el instinto de aborrecimiento. Así fue como terminé odiando Leave before the lights come on de los Arctic Monkeys:
Como más o menos era algo que intuía que pasaría, elegí un tema que no fuera un favorito personal pero que al mismo tiempo fuera relativamente agradable. Les aconsejo que nunca usen como tono algo que sea especial para ustedes ya que eventualmente las grandes memorias que tienen relacionadas con ella desaparecerán, dando paso a una nueva era de aversión cada que la escuchen. El llamado condicionamiento clásico hará que cuando la pongan en una fiesta, ustedes tiemblen recordando cómo ese intro de guitarra interrumpió el bonito sueño erótico que tenían con su estrella de cine preferida.
Buen provecho.
Buen provecho.
3 comentarios:
Uy, estoy cerca de que me pase eso... y con otra de los Arctic.
Tomaré en cuenta la advertencia.
Ponerlo de alarma ya es exageracion, en menos de un mes estas harto.
Lastima, yo no tengo celular.
Regina: Con cúal? todavía estás a tiempo, mejor usa una que de antemano, odies.
Leslo: Es verdad se necesita menos tiempo de lo que pedí.
Saludos.
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