viernes, 19 de junio de 2009

Carta a la Madre Naturaleza

Aunque se le pueden criticar muchas cosas a la ciudad de Méjico, el clima que tiene es el ideal. Templado, y con lluvias agradables de vez en cuando que permiten la reflexión y beber té con más gusto. Por eso, ahora que he estado en ciudades provincianas (maldita región norte-centro) no hago más que quejarme del calor infernal que hay a todas horas.

Mi desesperación es tal que he decidido enviar una misiva a las oficinas de la madre naturaleza en busca de llegar a un acuerdo:

Ok, madre naturaleza. Te cedo la mañana y la tarde para que desquites tus frustraciones y te vengues de la humanidad arruinando su vida atacándola con olas de calor de más de treinta grados centígrados, pero al menos deja en paz la noche. O al menos no intensifiques tu ofensiva durante la madrugada, deja dormir en paz, no seas mala. Yo casi no contamino. Es más una vez en la primaria recolecté latas para reciclarlas y ganar una competencia escolar. Tranquila, en el fondo te queremos, a mi primer hijo le pondré Greenpeace.

Atentamente, Joyrider Bigmaud.

PD: No estaría mal que extendieras el invierno y que provoques un diluvio en el Sahara.


Pues ahí está, espero recibir respuesta en los próximos días. Es que, verán, tengo un serio problema: Así estemos a cincuenta grados centígrados soy incapaz de dormir sin taparme con una manta, una cobija o una sábana. Desconozco a qué se deba, aunque tal vez Freud diría que es un reflejo de que extraño usar ropa de los Tiny Toons, quién sabe. El caso es que forzosamente tengo que cubrirme para lograr conciliar el sueño y eso me hace sufrir mucho en tiempos y lugares como estos, quisiera poder dormir como perro: tirado en el suelo sin nada que me cubra. Hay gente que dice poder dormir desnuda (son el tipo de personas practican pilates y se han aumentado los senos en varias ocasiones) pero no les creo, lo hacen para parecer "atrevidos", en realidad debe ser incómodo y al menos un pantaloncito deben usar, digo...

Esperen: Acabo de encontrar el ventilador, ¡Nos vemos!

6 comentarios:

Anónimo dijo...

y siempre sí te cambiaste el no.nombre... y a mi que se me olvidó venir a votar porque no lo hicieras...

Oye! Yo duermo desnuda y no es para parecer atrevida, algunos le llamamos comodidad... Mmm.... Tampoco me he operado los senos... Aunque el culpar a los pilates suena bien.

Un beso.

Ontobelli dijo...

Yo tampoco puedo dormir con más de 15°C en el ambiente. Me gustan las noches frescas.

Nadar desnudo y dormir desnudo son dos placeres. Pero no sirve la denudez para contrarrestar el calor del ambiente.

Memmis dijo...

ah yo también padezco del síndrome de la mantita, ahora que me vaya a Monterrey a ver a mi santo padre no sé qué harééé

dulces sueños!

Pixie dijo...

jeje, de hecho Freud diría que no haz resuelto "el edipo" y la sabana sigue siendo tu objeto transicional, que eso más bien lo maneja Winnicot, en todo caso "lo estás resolviendo" (el Edipo)...

jajajajaja ay "x", tú necesitas una sabana, yo una almohada en las piernas.... bendito sea el ventilador en el techo de mi habitación XD

xoxoxoxox

El Doctor dijo...

Hace tiempo que no me pasaba por aquí,mi querido amigo.Abandonastes el blog y ya no supe más de tí.Sigues en tu rumbo de buenos post;personales,humorísticos y profundos sobre la vida cotidiana.Pues nada,vuelvo a estar aquí.

Un abrazo.

Bigmaud dijo...

Ángela: Repito: nadie duerme desnuda. Lo dices nomás para alborotarnos, :'(

Ontobelli: Nadar desnudo sí estaría padre, sobretodo porque sería más fácil la hora de salir.

Memmis: Lleva un ventilador en la maleta.

Pixie: ¿Ventilador en el techo? Cuidado, procura no brincar en la cama.

Francisco: Aquí sigo, a bloguear se vuelve tarde o temprano. Te faltó mencionar que mis posts bien cargados de mucha estupidez, pero gracias. Un abrazo.