jueves, 26 de marzo de 2009

La comida menos importante del día

Si me preguntaran por la comida más miserable que he probado, (y no es que me quiera poner exquisito ni nada) sin dudas mi mente se remontaría a mis tiempos preescolares, oséase el kinder.

Tenía yo como seis años, y mi belleza era tal que mis padres consideraron que sería egoísta no compartirla con el resto de la humanidad, así que decidieron meterme un tiempo a una escuela preescolar pública que quedaba como a cincuenta pasos de donde vivíamos. Tengo bonitos recuerdos de ahí, afortunadamente en ese lugar nadie conocía el concepto de Bullying y en términos generales, todo era paz y armonía. Vamos, lo peor que te podía pasar ahí era que se te rompiera la punta del lápiz mientras le dibujabas una sonrisa a un sol (ay, a ver si no tengo pesadillas). Pero había algo que nunca olvidaré de esos cuatro meses que pasé ahí: El desayuno gratuito que nos proporcionaban. Obvio era gratuito porque nadie pagaría ni un centavo por la ridiculez que nos daban.

Bueno, cada día como a las diez de la mañana, interrumpíamos nuestras labores (hey, necesitábamos un descanso después de agotarnos haciendo figuras con plastilina) y la maestra (disculpen; no me acuerdo de su nombre) dejaba pasar a otra señora (lo siento, tampoco, perdí todo contacto con ella ese verano) para que le ayudara a servirnos nuesto rico y completo desayuno, que consistiría de:









Dos galletas saladas







En serio, no es broma. A cada uno nos daban un platito de plástico con dos cuadritos de galletas saladas, de esas que la gente normal usa para acompañar sus camarones y alimentos varios. La diferencia radicaba que nuestras galletas no venían ni con una jodida gota de miel para acompañar y nisiquiera te podías volver a servir ya que estaban perfectamente contadas para que no faltara ni sobrara nada . Hubo una ocasión especial (creo que por el día del niño) que nos premiaron y cambiaron ese manjar desabrido por una galleta maría; fue el mejor día de mi vida, snif.

Pero nuestra escuela no era tan mala, para que las galletas que te tragabas en dos segundos (aunque había uno que otro que las comía lentamente para disfrutarla y para que "llenaran" más) no rasparan, nos ofrecían una peculiar bebida que hasta el día de hoy sigue siendo un miesterio para mí. Era decolor blanco aunque no sé qué era, parecía horchata pero que más quisiera que hubiera tenido ese sabor. En realidad no sabía a casi nada pero después de la comida que nos daban, hasta el lodo sabía a gloria.

¿A alguno de ustedes lo alimentaron así en su escuela pre-primaria o era algo exclusivo de donde yo estaba y el director nos controlaba con esas substancias?


No recuerdo haber tenido alucinaciones ni eran drogas (espero).


No se preocupen también nos dejaban llevar nuestro propio lunch; faltaba más...

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Pri!!!!!!!! (?)

Bigmaud dijo...

Wow y en menos de una hora, como las pizzas :D

Anónimo dijo...

hey, mírale el lado positivo, en mi kinder no nos daban desayuno!! así es Joyrider, ni siquiera a galletitas saladas llegábamos.

de todos modos, yo era de esas niñas que guardaban el lonche y regresaba con el sandwich todo aplastado en el fondo de la mochila, para consternación de mi mamá XD

Bigmaud dijo...

El sandwich aplastado es un clásico, luego pasaba que sacabas tus libros y tenía migajas incómodas.

Anónimo dijo...

En la mia no me daban nada. :(

De hecho me pidieron un peso para la copereativa, que segun esto a fin da año nos iban a regresar y todavia lo estoy esperando.

Y la misma transa con los Bonos del Ahorro Nacional y sus estampitas engañabobos.

¡Puras transas del sistema!

Mouchette dijo...

¡Yo he comido las galletas María!

A decir verdad, no puedo quejarme de mi vida preescolar. Es verdad que el concepto de bullying estaba lejos de nuestra vista, pero lo mejor, lo mejor de todo, es que nos pasábamos todo el día comiedo.


Saludos!

Bigmaud dijo...

Ontobelli: Jaja, no sabía que había estafas incluso en el mundo escolar infantil, ni hablar, creo que se peso no volverá jamás :s

Miminette: A pesar de que no son la gran cosa, hay algo irresistible en las galletas maría. Le ganan a las de animalitos, fácil.

the lines on my face dijo...

tanto tiempo sin leerte!!! ahora tendré mucho trabajo leyéndote... está buenísimo y horrible lo de las galletitas... muchos saludos ;)

Lalo dijo...

Es increible, leyendo los comentarios pareceria que mi jardin (asi se llama en argentina, jardin de infantes) fue lo mas lindo del mundo. Tambien era del estado, pero a nosotros nos daban te con leche, leche chocolatada, mate cocido con leche (me pregunto si saben q es mate cocido... bueno... es rico), siempre acompañado de galletitas surtidas. Y despues dormiamos la siestita, mientras la maestra nos cantaba... oh era todo muy tierno y bonito!!!

El jardin fue muy lindo salvo las dos veces que me golpee monumentalmente.

Me intriga saber que era ese liquido blancuzco que tomabas, que cosas rara que solo le den esas galletitas... ademas que son las que menos le gustan a los chicos. Que triste!

Rous_lyn dijo...

supongo ya te sentías realizado..si te daban unas dos galletas maría...y más si eran de las grandes...No manches, pues no me tocó ir en una escuela de esas pipirisnice /jajaja/ pero a nosotros por 50 centavos de ahora nos daban un desayuno del DIF...una leche, una palanqueta o galletas y no sé que más!!

Pero mínimo te alimentaban jajaja!!! Lo peor es que hubieras dicho sabe a pollo pero no es de pollo jajaja!! ;)

Saludos que bueno que ya regresaste al camino del bien :P

Blender dijo...

A mí me daban té y galletitas de animalitos. Así es, yo tembién fui niño y también suelo tener sentimientos.

En mi caso sí hubo algunos que conocíoan el concepto de Bullying (yang), aunque no era tan violento como los mayores. Pero se sufría. Hubiera deseado practicarlo yo y no los demás a mí.

Yareli dijo...

No, en mi kinder se veían más generosos, generalmente desayunábamos tamales con leche y la comida variaba cada día. Lamento que no te dieran más que galletas :).

Bigmaud dijo...

Lines: No pensé que leerme fuera tan pesado para considerarse un trabajo, snif. Nah, un saludo, Líneas :D

Uri: Vaya, era un paraíso tu escuelita, apuesto que también les cortaban el cabello gratis, eh!Ojalá emplearan ese sistema también aquí y no sólo en el jardín también hasta los estudios superiores.

Rous: yo hubiera pagado dos pesistos con tal de que nos dieran algo digno jaja.

Blender: A nosotros como que nos tenían separados de los niños más grandes, no recuerdo haber conocido a un niño que me superara por más de dos años en esa época, y eso que también era escuela primaria. Así que por eso no había "abusadores", creo.

Yareli: Todos los méndigos días nos daban lo mismo, y ni siquiera había tiendita o algo que acabara el monopolio de las saladitas.

翼のおれたエンジェル dijo...

Ah, que nostalgia, los desayunos del DIF.

En mi generación solamente los muy ricos, los muy zonzos o los que no podían cuidar sus mamás iban al kinder, por lo que esa palabra no me trae ningún recuerdo, pero los desayunos del DIF, ahhhh!

Era un cuartito de leche que a veces era chocolatosa, un pan redondito y un mazapán o una palanqueta, todo un manjar, y encima gratuito. Así que si quieren saber en que se acabó el dinero del auge petrolero ahí tienen la respuesta; ahí y en los yates de la Gordillo.

Saludines,
Angelín

Bigmaud dijo...

Ángel: Lo que yo hubiera dado por un mazapán. ¡Me encantan! Una vez hasta me hice un "licuado de mazapán". Muy dulce el desayuno que les daban... genial!!

Saludos.